No quiero ser sombra, sino luz.
No quiero vivir en la oscuridad,
sino que me bañe el resplandor
del sol o el fulgor de la luna.
No quiero que mi vida se apague
en la tumba solitaria y fría.
Quiero seguir viviendo en la
obra que he construido.
No quiero que mi sombra se borre
de la memoria de los vivos.
Quiero vivir a través de ella,
no caer en el olvido.
No quiero halagos fingidos
Quiero que de mi se diga de mis imperfecciones
y defectos, si algo bueno he hecho,
que se obre con justicia.
No quiero alrededor adulones, ni serviles,
ni se teja una leyenda.
Eso si; quiero la verdad, no la calumnia,
aborrezco la mentira, la falsedad.
No quiero morir con la caída del sol,
porque detrás viene la noche.
Quiero ver cada amanecer, porque en todo nuevo día
hay un renacer de nuestra vida.
Y sobre todas las cosas, quiero vivir
en la paz de Dios, tener la seguridad
que ante su presencia obtendrá su amor,
misericordia y perdón.
Santiago de Cuba
01 junio 2009
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