11 junio 2015

CUMPLEAÑOS 500 DE SANTIAGO DE CUBA

Desde la distancia en que me encuentro, te recuerdo

con nostalgia, mi querido Santiago.

En mi anhelo presiento escuchar la  alegría y el bullicio

de todo un pueblo.

Tus orgullosos hijos celebran  el aniversario como a una

niña mimada que espera su más hermosa fiesta.

Se engalanan tus calles y plazas, los más pintorescos

rincones de tus empinadas calles, en el sube y baja de

las escalinatas, se maquillan las fachadas, los balcones

floridos, las enrejadas ventanas.

Ya se entonan las más bellas  melodías para cantarte con

gozo y placer.

Todos se aprestan  a celebrar tan grandioso acontecimiento,

para mostrar tu esplendor.

Ni el ensañamiento y la crueldad que con ferocidad atacó

el  despiadado  huracán Sandy   pudo lograr destruirte,

Con  la incesante labor, la férrea voluntad de tus mejores

hijos  te levantaste como  Ave Fénix entre las ruinas, para

que  hoy lucieras más bella.

¡Santiago de Cuba! Como una joya preciosa emerges entre

cielo, mar y  montañas!

Eres un prodigio para la vista de los visitantes,  que se llevan

de ti los mejores recuerdos, por la amabilidad, cortesía y

hospitalidad de tus moradores.

¡Con cuanta  esmero se cuida el patrimonio

que nos recuerda el pasado colonial!

Los monumentos y reliquias de  su historia, sus

parques  y plazas.

Esa inigualable  visión  de la bahía que a lo lejos semeja

un trozo de plata fulgurante, el verdor de las montañas

Como esmeralda permanente.

al contemplar tanta belleza natural no puedo menos

que exclamar: ¡Santiago te amo y donde quiera que esté,

Siempre en mi pensamiento y en el latir de mi corazón!

te  auguro días de gloria, prosperidad y paz, mi ciudad

tan recordada y aunque lejos me encuentre jamás  olvidaré.

Madrid, 8 de  junio de 2015-06-08

EN MI DÍA DE ANGUSTIA

¿A quién mejor acudir en mi día de

angustia?

¿Quién me puede consolar mejor que él?

Es el que sana mis dolencias, me sacia de

todo bien, guía mis pasos, me da sabiduría.

En los momentos de prueba, me ayuda a vivir

en paz con mis semejantes, me levanta si

caigo, me anima cuando creo desfallecer,

Perdona mis errores, me consuela en el dolor,

¡Dios eres mi fe y absoluta esperanza en el

presente y el porvenir!.

“Mas de tu misericordia he confiado, mi corazón

se alegrará en tu salvación.

Cantaré a Jehová porque me ha hecho bien”

Salmo 15: 5 y 6

Madrid, 22 de noviembre de 2009