20 octubre 2015

YO SI PUEDO, Concurso de Narraciones.

YO SI PUEDO

Nací hace 82 años, en una sociedad  machista. Mis padres  y otros familiares eran emigrantes españoles, que vinieron a Cuba en los primeros años del siglo XX en busca de nuevas oportunidades.
Siempre  observé en mi hogar las costumbres de mis abuelas, tías y mi propia madre, su rol fundamental en la vida era la de ser esposas y madres, obedecer al cónyuge y criar hijos con muy pocas posibilidades de superación. Desde muy pequeña me hice el propósito de no ser igual, sería  pianista y abogada para defender a los  pobres, muchos se burlaban de mí por esa idea. Era la mayor de 5 hermanos y muchas veces  tenía que dejar de ir a la escuela para atenderlos. En este ambiente se estaba formando mi controvertida personalidad, leía mucho y trataba de aprender en todo lo posible de cuanto material interesante caía en mis manos. A los 12 años ya era mecanógrafa y a los 15 modistas, por la precaria situación familiar no podía aspirar a más. A los 19 años me ofrecen una plaza como secretaria en una nueva empresa, ubicada en el Edificio Oriente en el centro de la ciudad,  trabajaría 8 horas diarias de lunes a viernes y el sábado media jornada. Ganaría 30.00 pesos mensuales. Para mi joven vida aquello resultó ser lo mejor que me había ocurrido, podría ayudar a mi familia y tal vez hasta poder seguir estudiando. Con mi primer salario matriculé en una escuela de Administración y Comercio en el  horario de noche. Al principio en la empresa no había mucho trabajo, aunque cumplía con todas las tareas asignadas y asistía con puntualidad. Resultó que  allí iba con frecuencia  el abogado que la atendía, este siempre  tenia frases de halagos para mi persona, yo le daba las gracias por los elogios, al fin y al cabo era abogado y tenía mucha elocuencia. En alguna ocasión le había manifestado mi deseo de estudiar la carrera de derecho, él era profesor de la universidad y se ofrecía para ayudarme, yo sería una de sus alumnas
Un día se presentó  en la empresa y me dijo que me necesitaba en su oficina para terminar un trabajo que debía entregar el lunes próximo. No puse objeción y ese sábado a las 2.00 de la tarde fui. Era  un elegante bufete en los altos de un edificio de dos plantas.
Al llegar pregunté por su secretaria, ya que suponía que se encontraría presente, para mi asombro se dirigió a una vitrina y extrajo dos copas y una botella licor. Al momento me percaté de que sus intenciones no eran las mejores ni las que yo esperaba. Mi padre siempre me alertaba que nunca aceptara un brindis de un hombre, ya que podía echarme una droga. Estaba sentada en un living  y él  se aproximó hacia a mi,  mientras  yo trataba de alejarme.  Me dijo sin preámbulos que me había citado para allí porque estaba muy enamorado de mí, que era un hombre  rico y podía  ponerme una casa, hacerme socia  del exclusivo Siboney Yatch  Club,  pasearme en su yate y darme los lujos que nunca había soñado. Instintivamente  me levanté del asiento y  le  manifesté: - ¡Usted se ha equivocado conmigo¡  ¡Yo no me vendo! - ¡Me voy! Este se paró delante de la puerta de salida, que afortunadamente estaba abierta. -¡Tú no te vas! –entonces dije ¡Grito! –No importa, nadie te va a escuchar, - respondió, todas las demás oficinas están  cerradas. Miré   alrededor y solo pude ver una  carpeta  grande y negra sobre el escritorio. Sin pensarlo dos veces  la tomé entre mis manos y se la lancé con toda mi fuerza sobre el rostro, usaba unas finas gafas montadas al aire que cayeron al suelo, oportunidad que aproveché y salí corriendo escaleras abajo a pesar de mis  altos tacones.  Desde la acera opuesta  lo ví asomado a una ventana y me hacía señas: -Me la vas a pagar.  –Le grité de nuevo -¡Ven cógeme aquí! –respondí.
Por supuesto, el lunes cuando me presenté puntual al trabajo estaba despedida, no me sentí derrotada, al  contrario,  satisfecha,  había defendido mi  integridad como mujer decente. ¿Cómo me iba a presentar delante de mis padres deshonrada? Si  era preciso lo haría con uñas y dientes, pero jamás me convertiría por miedo o algún tipo de ambición en la amante de un hombre rico. No le dije nada a mi familia, temía la reacción de mi padre, al fin y al cabo tenía las de perder, él era rico y nosotros pobres.
Por primera vez experimente  la desigualdad de clases. La situación económica de mi familia estaba atravesando uno de sus peores momentos, mi padre siempre se había dedicado al giro de comercio, pero últimamente todo le había ido mal y estaba prácticamente en la ruina. Cosía y bordaba, todo lo que pudiese  para socorrer la situación imperante en mi hogar.
Un día vi en anuncios clasificados de un periódico local una oferta de empleo, decía que era un trabajo fácil y lucrativo, que se necesitaban jóvenes de buena presencia. Mi madre me acompañó a la entrevista,  era en el sótano del edificio que ocupaba uno de los mejores teatros de la ciudad. El Teatro Aguilera. Se llamaba Subway, todo a media luz. El trabajo consistía en usar unas faldas plisadas muy cortas y de llamativos colores, muy maquilladas,  de la cintura colgaba  una especie de caja donde se ofrecía a los clientes variedad  de artículos. Enfatizaban que había que ser “Atentas  y solícitas” con los parroquianos. Por supuesto, no lo acepté, para mi concepto aquello era la antesala de la prostitución. Ya en el año 1955  leo otra solicitud de  trabajo, este era en un diario llamado Prensa Universal y consistía en hacer nuevos suscriptores y también  mediante una lista que se ofrecía tratar de  recuperar los que se habían dado de baja. Otra alternativa era que se había programado un sorteo que debía coincidir con el de la Lotería Nacional, que se celebraba una vez a la semana, si el número asignado a cada suscripción era igual, se podía ganar una hermosa y moderna casa, otros regalos como automóviles. Ganaría por cada suscripción 0.50 centavos. Acepté el trabajo, con mucho entusiasmo me día  a la tarea de recuperar  y hacer nuevos socios, caminaba media ciudad y a veces sin éxito. Algunas personas me hacían ir varias veces, para  después decirme que no les interesaba. Otras eran amables y al verme agotada y sofocada de  tanto caminar me ofrecían asientos y hasta me  hacían un brindis de café o algún refresco.
Así en mis andanzas conocí  al  joven  Omar Girón, muy amable y respetuoso, su madre era una de mis clientes, él  alumno del Instituto de Segunda Enseñanza y muy consagrado a estudiar la obra de nuestro Apóstol José Martí. Sosteníamos en cada visita largas charlas sobre la situación que atravesaba nuestro país con la dictadura implantada por Fulgencio Batista, quien había tomado el poder de la nación mediante un golpe de estado  perpetuado el 10 de marzo de 1952. Con el transcurso de esas charlas, supe  que pertenecía junto a Frank País a una célula del Movimiento 26 de Julio, con  otros  líderes estudiantiles que luchaban para derrotar la dictadura que había violado la Constitución del 40. Me incorporé al movimiento 26 de Julio.
En el transcurso de un año mi trabajo como Agente de Prensa  fue disminuyendo, cada día cobraba menos, no lo dejaba, ya que  con lo poco que recibía sufragaba algunos gastos de la pobre economía familiar y hasta compraba juguetes a mis hermanos menores el Día de Reyes. Más tarde el periódico se declaró en quiebra, perdí mi trabajo.
Continué militando en el movimiento, un día supe con honda tristeza que mi compañero de lucha lo habían asesinado. Este hecho me enardeció y ya estaba dispuesta   a hacer cualquier  cosa con tal de derrotar la sangrienta dictadura, no exenta de  muchos peligros. Visitaba  los  creados campamentos rebeldes en la Sierra Maestra y fungía como mensajera con el objetivo de  llevar y traer correspondencia a los alzados y a sus familiares en la ciudad. Un día fui sorprendida y detenida, me vi en los tenebrosos calabozos de la policía, solo mi agilidad mental me hizo salir airosa del percance.
Finalmente el 1 de enero de 1959 el tirano Fulgencio Batista huyó. Me encontraba en el Campamento Rebelde “La Redondita” en las cercanías de la ciudad de Santiago de Cuba, perteneciente  a la Columna 9, dirigida por el Comandante Hubert Matos Benítez, cuando se recibió la noticia que  el tirano Batista y  muchos de sus secuaces habían  huido. Recuerdo que ha sido la emoción más grande de mi vida, nada la ha podido superar.
Los primeros días del triunfo de la revolución todo era alegría, nos encontrábamos con amigos y compañeros que se habían  alzados y volvían victoriosos, aunque muchos de nuestros vecinos, amigos y hasta compañeros de  escuela habían perecido en la guerra, en combates o asesinados.  Formarían las largas listas de mártires de la revolución.
Los pocos días fui nombrada Secretaria General del grupo Mariana Grajales con el fin de recabar fondos, para los damnificados de la guerra. Sucedió un día que una turba se presentó en mi casa solicitando mi apoyo y compañía para ir con unos burdos cartones mal escritos pidiendo la cabeza del oficial de la derrocada dictadura Jesús Sosa Blanco, catalogado como criminal de guerra y en esos momentos se encontraba siendo enjuiciado por los Tribunales Revolucionarios.  Me negué rotundamente, manifestando que mis principios y educación no me permitían asistir a esos actos. Que lo juzgara la justicia revolucionaria y que en ese momento hacía mi formal renuncia al cargo que se me había encomendado.
Unos años antes con el esfuerzo de toda la familia habíamos puesto una panadería, a partir de ese momento se nos catalogó como desafectos y comenzó también el hostigamiento y la represión, los insultos y amenazas. Se instauró la censura de prensa, radial y escrita, se intervino o nacionalizaron todas las propiedades  de  ciudadanos, incluyendo a toda mi familia. También  comenzó  la escasez de  alimentos y otros artículos necesarios para la vida decorosa a la que estábamos acostumbrados.
Con estos cambios también surgieron” Las organizaciones de masas”, era prácticamente obligatorio “Estar Integrado” en esas organizaciones y pagar un por ciento de nuestro salario en concepto de socio. Sin este requisito no era posible lograr un empleo o estudiar una carrera.
Con  la expropiación de nuestro comercio pasamos a ser trabajadores, con el único empleador: -El Estado, en las peores condiciones posibles, sufrí maltratos  físicos y psicológicos, trabajaba  frente a un mostrador vendiendo pan desde 5:00 horas a 11.00 y de 14:00 a 18:00. Después iba a mi centro de estudios de 20:00 a 23:00. Tenía la necesidad de superarme con la esperanzas de poder aspirar a un trabajo mejor. Un día un dirigente de la recién creada Empresa Consolidada de la Harina, me vio en tan  pésimo  ambiente  y condiciones y al indagar por mi nivel de escolaridad y saber  que estudiaba economía, me traslado a otra panadería con mejores condiciones como oficinista,  sentada en un escritorio y con un teléfono al lado. Un tiempo  después fui solicitada para el departamento económico de la empresa.
Por mi carácter rebelde y justiciero   y la confianza  ganada entre los trabajadores fui nombrada más de una vez Secretaria General de la Sección Sindical,  Activista de  Historia, Corresponsal de Prensa y hasta Presidenta de un consejo de trabajo. Estos cargos  me traían grandes problemas con los dirigentes, que querían violar las leyes y estatutos creados por el propio estado y que pretendían desconocer, ya que  yo  se las hacía cumplir basándome en  ellas. Por este motivo y  no deseando buscarme tanto problemas me trasladaba de trabajo con frecuencia, en lo que no  tenía ningún  impedimento por mi dominio de todas las ramas de la economía.
Con  desaliento y tristeza vimos como Fidel Castro declaraba a Cuba Primer país socialista de América. Se había implantado la persecución religiosa, en la que se despedían de sus trabajos y estudios a los que la profesasen su FE. Muchos  trataban de escapar del país por cualquier  vía  posible, en   precarias embarcaciones, de atravesar el estrecho de La Florida o cruzar la franja que separa la Base Naval de Guantánamo por tierra minada o a nado. Muchos han  desaparecidos ahogados, comidos por los tiburones o víctimas de las explosiones de las minas, pocos lo han logrado, otros cumpliendo misiones la  han abandonado, deportistas, artistas y hasta altos funcionarios del Estado, concertando matrimonios con extranjeros y cualquier otra vía posible.
Hubo  deserciones, desembarcos y otras acciones por parte de cubano fuera de la isla, para tratar de derrocar la nueva y feroz dictadura. En 1968 se crean las llamada Unidades de  Ayuda a la Producción, más conocida por la sigla UMAP, lo que fue una verdadera cacería de brujas contra vagos, homosexuales y religiosos,  los que se hacía trabajar hasta de noche a la luz de focos de tractores. Eran Campos de concentración al estilo nazi. Con la caída del campo socialista, Se implanta en Cuba el mal llamado Período Especial en 1992, lo que conlleva a empeorar la situación por la falta de alimentos y otros artículos de primera necesidad,  comienza en gran parte de la población a padecer enfermedades como la Neuritis óptica y periférica, que dejaba ciegos y postrados.
La situación tanto económica como social continuaba empeorando en todos los sentidos. El 5 de agosto de 1994 se produce  lo que se llamó El Maleconazo o La crisis de los balseros, en protestas por las malas condiciones de vida a lo que se veían sometidos y deseando abandonar el país. Más de 36 mil  cubanos fueron alojados en la Base Naval de  Caimanera, en las inmediaciones de la ciudad de Guantánamo y posteriormente trasladados a los Estados Unidos  y otros países que se ofrecieron darle asilo.
En 1995 se crean nuevos movimientos opositores. El Dr. Dessi Mendoza Rivero  funda el Movimiento Pro-Derechos Humanos  en Santiago de Cuba. Había estado en la Base Naval de Guantánamo y regresó voluntariamente al seno de su familia, por mediación de  Helaine Ibarra, una reconocida opositora que me visitaba y había leído mis trabajos literarios, me presenta al Dr. Mendoza,  me ofrece ingresar en su movimiento, ya  era reconocida como desafecta a la revolución, en 1989 con el fusilamiento del General y Héroe de la República de Cuba Arnaldo Ochoa y tres compañeros más  que fueron fusilados con la sentencia de un juicio amañado, por lo que no estuve de acuerdo y  como  no tenía otro modo de expresarme confeccioné miles  de octavillas y las regué por varias provincias. Alguien me delató y en 1991 después de regresar de un viaje a Estados Unidos y entrevistarme con el Comandante Hubert Matos Benitez, fui detenida por dos oficiales de la Seguridad del Estado, se me recriminaba lo hecho y se me amenazaba que de continuar en esas actividades subversivas sería llevada a juicio y condenada. No obstante se me dio seguimiento, o sea  era vigilada de forma sistemática.
Acepté la invitación del Dr. Mendoza y  con mucho entusiasmo me incorporé a la misma.
Con mucho entusiasmo comencé a escribir crónicas, artículos para la Revista Carta de Cuba radicada en Puerto Rico.
En la sede del movimiento se celebraban charlas y conferencias con muchos  opositores pacíficos, sobre todo dábamos a conocer la Declaración Universal de los Derechos Humanos,  la que la Seguridad del Estado consideraba como un documento  sedicioso a pesar de Cuba ser signataria. Se creó la primera Agencia de Prensa Independiente  con la sigla APLO  (Agencia de Prensa Libre Oriental. Nuestras actividades pacíficas no estaban exentas de problemas, a menudo la Seguridad del Estado nos citaba, amenazaba y hostigaba.
En 1997 ocurre en la ciudad de Santiago de Cuba la epidemia de dengue hemorrágico, teníamos conocimiento de  numerosos infectados y fallecidos. Las autoridades políticas y sanitarias no le informaban a la población de la magnitud  de la enfermedad, por  lo decidimos el Dr. Mendoza y yo darlo a conocer por la prensa escrita y radial del  sur de la Florida, específicamente a la Voz de la Fundación Cubana Americana  y a Radio Marti con  un listado con los nombres de los fallecidos con todos los detalles como  nombres, edad, dirección  y lugar del deceso.
Por este motivo el Dr. Mendoza es detenido y conducido a las celdas tapiadas de la sede de la Seguridad del Estado en Alturas de Versalles. Continúo ocupando su lugar y dando a conocer nuevas noticias. También soy citada y amenazada.
El 27 de junio de ese año me convocan a una reunión  la Asociación de Combatientes de la Revolución con un brutal acto de repudio, acompañados de militantes del P.C.C. y otros factores políticos para   que entregara las condecoraciones que años antes y por instancia de mis compañeros de lucha me había otorgado el Consejo de Estado y de Ministros de la República de Cuba por mi activa participación en la lucha clandestina.
Me negué rotundamente, aludiendo que   las medallas recibidas fueron ganadas a sangre y fuego.
Con la ayuda del periodista independiente Ricardo González Alfonso de la agencia capitalina CubaPress continué transmitiendo desde teléfonos públicos, ya que los que disponíamos estaban  cortados, todo lo que seguía aconteciendo en la ciudad, el juicio al Dr. Mendoza y la condena a 8 años de prisión en la Cárcel Provincial de Boniato por el supuesto delito de Divulgación de noticias falsas y  los nuevos brotes de la enfermedad con los consiguientes fallecimientos.
Los combatientes no cejaban en su empeño para despojarme de las medallas, nuevas citaciones, amenazas, hasta elevarlo al propio Consejo de Estado y de Ministros. Unos
Portadores de la misiva se presentaron en mi hogar con la intensión de que se las entregara. No lograron con sus  intimidaciones  sus propósitos hasta el día de hoy.
Ya la epidemia estaba tan extendida, que la propia prensa escrita y radial tuvo que reconocer la magnitud de la terrible enfermedad  y darla a conocer con todo sus detalles  la población.  Por lo que elaboramos un alegato de 16 páginas demostrando que no era cierto que el Dr. Mendoza divulgara noticias falsas. Entre su esposa y yo nos dirigimos a la ciudad de La Habana y nos encargamos de repartirlas a todas las agencias de prensa extranjera radicadas  la capital, a todos los  movimientos de Derechos Humanos, a la Fiscalía General de la República, al Tribunal Supremo, al Parlamento Cubano y hasta el propio Consejo de Estado donde estaba Fidel Castro Ruz. Además las propias agencias de prensa se encargaron de divulgarlo el mundo entero.
Hasta el Papa Juan Pablo II  tuvo conocimiento de este hecho. Un mes y días después el Dr. Mendoza era liberado, partiendo con su familia al exilio a España.
Me incorporé a la Agencia de Prensa CubaPress por un tiempo, me era muy difícil la comunicación telefónica con La Habana y poder continuar trasmitiendo noticias.
Nacieron otra agencias, por las amenazas y otros motivos desaparecían,  formo parte del Instituto Independiente de Cultura y Democracia, dirigida por José Gabriel Ramón Castillo, participo en los concursos literarios que se convocaban, a la vez me incorporo al Movimiento Cristiano Liberación, liderado por el fallecido Oswaldo Payá Sardiñas, integro parte del Proyecto Varela en la recogida de firmas, del Proyecto Pro-Cambio del Ingeniero Juan Pablo Polanco, pertenezco al  Consejo Unitario de Trabajadores de Cuba, dirigido por Maybell  Padilla, a la Organización Independiente Femenina Elena Mederos, de la cual fui presidenta.  En 2002 fundo en mi casa la Biblioteca Independiente “Centenario de la República” más tarde  soy nombrada Coordinadora Provincial de todas las bibliotecas independientes de Santiago de Cuba.
Creo mi propia agencia de prensa con 5 periodistas, la nombro: La voz de Oriente  las que trasmito noticias, reportajes, crónicas y Estampas Santiagueras para Radio Martí y las revistas Cubanet y  Nueva Prensa Cubana, todas radicadas en La Florida. A la vez soy la vocera del Movimiento “Jóvenes por la democracia” participando en todo tipo de actos, conferencias junto a los aguerridos jóvenes que la componían.
Con estas y otras actividades me había convertido en una opositora al régimen de primera línea, viajaba mucho a otros pueblos y ciudades, impartiendo conferencias de grandes pensadores, dando a conocer la Declaración Universal de Derechos Humanos, iba con frecuencia a la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana, donde poseía un pase abierto para asistir a la Sección de Prensa  y Cultura, donde se impartían conferencias a los Periodistas Independientes, se nos obsequiaba con libros y materiales de oficina.. También  era invitada a la Embajada de  España, Holanda, Francia, Alemania y hasta la Unión Europea  por su Secretaria Cristina Martínez. Había hecho contacto con los más conocidos dirigentes de la oposición en el país.
A todo esto la Seguridad del Estado trataba por todos los medios de hacerme desistir de mis actividades, otras me citaban altos oficiales para ofrecerme a colaborar con ellos, tanto que escribí mi testamento político y lo hice circular por todos los medios a mi alcance y hasta darles una copia, donde manifestaba que antes de traicionar mis principios y a los que en mi habían depositado su confianza, me inmolaba envuelta en una bandera cubana, pero jamás sería un instrumento de ellos, como la hacían con algunos pusilánimes, que por miedo o tratar de que se le facilitara la salida del país se plegaban a sus morbosos deseos.
En el mes de mayo de 2006 en un acto solemne soy proclamada por los principales grupos opositores como Madre de la oposición santiaguera, en reconocimiento a  mi labor a favor de los presos  políticos,  marginados y perseguidos.
Para celebrar el  50 Aniversario del Asalto 30 de Noviembre, muy cerca de mi residencia, denuncio lo siguiente, que sale publicado en la Revista Nueva Prensa Cubana  de fecha enero de 2006  titulado: . Confusión de sentimientos y que decía lo siguiente: - El  Capitán de la Seguridad del Estado Giovanni Durán advirtió a la periodista que de seguir ejerciendo el periodismo independiente, sería trasladada junto con su hermano  a “Una casa de descanso” Este término alude a ingresarlos en el Hospital Psiquiátrico “San Luis de Jagua” de Songo-La Maya  y que entraña la aplicación  de viejos métodos bolcheviques de represión a opositores pacíficos  y periodista independientes.
Ya para entonces se trataba de impedir mis viajes fuera de la ciudad, me bajaban del avión, me cancelaban los boletos. Con mucha astucia  me trasladaba a pueblos cercanos y desde allí  salía. También se había hecho circular una carta a las estaciones aéreas, ferrocarriles y autobuses con mi nombre para que no se me permitiera  abordarlos.
Con la enfermedad del gobernante Fidel Castro Ruz, delega todos sus poderes a su hermano Raúl Castro Ruz, también se recrudece la persecución, amenazas y atentados, soy víctima de 6 de ellos, con peligro inminente para mi vida, se arroja bacterias en el agua potable de mi casa, se trata de quemarme lanzándome una botella con material inflamable encima, autos que suben encima de la acera con el propósito de atropellarme, otros en marcha atrás para  cogerme desprevenida, piedras y botellas desde balcones, bicicletas a toda velocidad con el fin de derribarme.  De todos Dios me libró milagrosamente.
En los primeros días de enero de 2007 viajo a La Habana a una conferencia en la Oficina de Intereses de Estados Unidos y además visito las Embajadas de España, Holanda y a la Unión Europea, donde  me  obsequian un D.V.D.,  medicamentos, libros de cuentos para niños y algunos folletos y adornos para frigoríficos. Coincide con el fallecimiento del  opositor y preso político Miguel Valdés Tamayo  el  11 del propio mes. Soy comisionada por el Grupo Los Plantados dirigidos por Ángel de Fana a cubrir el sepelio, donde  hago el reportaje y tiro infinidad de fotos dentro de la funeraria y el  Cementerio de Colón, las envió a Los Plantados, a Nueva Prensa Cubana y a Radio Martí.
El día 18  deseo  regresar a Santiago de Cuba en tren, me percato que ya iba detenida, me cambian de coche tres veces, siempre con un par de militares a ambos lados. A llegar a la terminal de Santiago de Cuba soy detenida por tres carros de patrulla y conducida primero a Seguridad Ferroviaria, donde con despotismo se me acusa  de haberme robado el D.V.D. Posteriormente soy  llevada a la 1ra. Estación de la Policía, allí se presentan los Oficiales de la Seguridad del Estado Geovannis Durán y el Jefe de Enfrentamientos Omar Calvo, los que con las peores ofensas y amenazas me despojan de todas mis pertenencias y pretenden tomarme fotos con el fin de publicarlas en la prensa oficialista,  me burlo de ellos y les grito frente a la cámara de vídeo:- ¡Abajo el comunismo! ¡Vivan los derechos humanos!
Este interrogatorio duró 10 horas, al ver que no podían doblegarme, me liberan con  la promesa de ser citada para instruirme de cargos y pedir 8 años de privación de libertad.
En protesta me declaro en huelga de hambre, en reclamo a todo lo que se me había despojado, lo que por poco me cuesta la vida, no obstante soy citada  por el Capitán  Durán, me presento  sola, muy débil y con un ataque  de asma bronquial severo, me encierra en una habitación y quita el aire acondicionado, me comunica que sería  instruida de cargos. Mi dolencia empeora, pido se me deje asistir  al centro de salud más cercano, me lo niega, hasta que pierdo el conocimiento. Pasan varias horas y al ver que no reaccionaba y tal vez por temor que falleciera en una de sus dependencias, llama al Jefe de Enfrentamiento de la Seguridad del Estado   y me trasladan al Hospital Militar Joaquín Castillo Duany. Allí  le gritan a los médicos de guardia que no me atendieran, que estaba fingiendo, que era  una artista de Hollywood y la más grande  de las contrarrevolucionarias. Al ver mi estado una enfermera sin autorización me aplicó una careta de oxígeno, me sentó en la sala de urgencias donde había unos 8 médicos conversando sin que ninguno me atendiera, más tarde y medio desvanecida me mandan salir a la calle,  logro  tomar un taxi y dirigirme a mi casa a media tarde, nadie sabía donde me encontraba, al verme   en  tan mal estado me  llevan rápidamente a otro centro de salud  en la que soy atendida en urgencias  hasta el día siguiente.
Comprendo  que el peligro era inminente, por lo que tomo la decisión de viajar a España, de donde era ciudadana. Con muchos sobresaltos  y con temor a que se me impidiera marchar, logro  salir de la ciudad con una identificación ajena, de madrugada y en Lista de Espera. El 26 de octubre de 2007 llegó a Madrid. Dios me había concedido una compañía idónea, que me  ayudó y acompañó en esta aventura con 74 años de edad. Con él y la ayuda solidaria de muchas personas, ya que  no recibí ninguna de organizaciones políticas, pude sobrevivir los primeros tiempos, trabajar limpiando escaleras, cuidando niños y  personas mayores hasta que  la Comunidad de Madrid me concedió una renta mínima. Desde 2008 creo mi propio bloc, donde tengo  unos 500 trabajos en los géneros de poesía, cuentos, narrativa, relatos y estampas santiagueras. He participado en actividades políticas como marchas,  comparecencia en el  Programa 59 segundos de la Televisión Nacional  en un debate sobre Cuba, y otros en que he sido invitada.
Con 82 años sigo luchando por la igualdad de la mujer a cualquier edad, el derecho a no ser discriminada por  estar embarazada, ser madre o que  se le pague menor salario por igual trabajo de los hombres. Abogo por liberar a la mujer del yugo machista que les permite maltratarlas y humillarlas sin ningún derecho a defenderse.
Aspiro a lograrlo, ya que  en la era actual muchas mujeres ocupan cargos idóneos a los hombres como  ingenieras, médicas, científicas, artistas y hasta estadistas.
La historia de mi vida de luchas y desafíos es tan larga, que lamentablemente no cabe en un  relato.

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CUANDO YO ERA JOVEN

XVI CONCURSO DE NARRACIONES

“CUANDO YO ERA JOVEN”
Título: “ Mi punto de partida”
Seudónimo: Muñeca.


Lo que me sucedió en esa etapa de mi vida, me marcó para siempre, me hizo comprender que no hay enemigo por poderoso que sea, que no se pueda vencer, si somos capaces de enfrentarlo con valor y sin ningún temor, con la fe como estandarte, sin bajar la cabeza y seguros del triunfo. Sostengo la teoría que cuando  se trata de ganar cualquier objetivo, el que sea, si nos acobardamos o pensamos que el otro nos puede ganar por ser más poderoso, más inteligente, ya podemos dar por perdida la batalla.
 
 Me ocurrió en el curso escolar 1944-1945. Mi padre escuchando consejos de familiares y amigos, dada su  posición económica, quiso que estudiara en colegios exclusivos de las clases más altas de la sociedad. Ya era  alumna aventajada de piano e idiomas, escribía a máquina con facilidad. ¿Por qué permanecer en una humilde escuela pública de barrio?

Al iniciarse el curso en septiembre de 1944 por recomendaciones me matriculó en una escuela de corte religioso solo para niñas. Con el uniforme blanco y las iniciales en el pecho en marrón, zapatos negros y calcetines blancos, mi carpeta con libros  debidamente forrados.  Peinada con un lazo de cinta sujetando mis cabellos, mi pequeña figura a pesar de tener 12 años, me presenté el primer día de clases. Las profesoras finas y educadas me dieron la bienvenida, me presentaron a las demás alumnas y mostraron la que sería mi aula.

Me di cuenta a primera vista que las demás compañeras de aula me miraban como si fuera algo raro, no era conocida en su círculo social, todas procedían de cursos anteriores, niñas orgullosas y poco comunicativas. Traté de ser agradable con una dulce sonrisa, como respuesta  recibí una fea mueca.

A  la hora del recreo todas salíamos a un patio grande al fondo, unas a merendar, otras a conversar. Nadie se me acercó. Ví  en un extremo a una niña rezagada y de mirada tímida, me acerqué a ella y la saludé. Ella reuía mi mirada, como con mucho temor. Era mestiza y aunque  estaba tan bien vestida como las demás, la despreciaban con gestos y palabras soeces. Allí todas eran de la raza blanca.

Escuchamos  risas burlonas y comentarios  desagradables a nuestro derredor. Al dirigirse a mi me  gritaban: - ¡Negrera, piojo resucitado! –Miraban a Ligia y escupían con gesto de asco.

Aquella situación me disgustó mucho y hubiese deseado no volver más, pero mis padres me aconsejaban que era  una buena escuela, que había comenzado el curso… -tienes que adaptarte…
 Esa  no es como la escuela pública… evita buscarte problemas… no mires a las que te desprecian, piensa que no  son  mejores que tú ¡Crécete!

Seguí los consejos, pero sin apartarme de Ligia. Las demás continuaron aisladas en un cuchicheo constante. Las trataba de ignorar. A ellas lo que más les molestaba era que las profesores desde el primer momento me mostraron afecto y admiración. Yo respondía a todas las preguntas, era más aventajada que las demás, mis notas eran excelentes, no participaba en los  desórdenes que se originaban en el patio, tirándose bolas y papeles y alterando la voz más de lo permitido.  En la clase de religión, también  las superaba, así como  la de idiomas  y música. Con ira murmuraban: -¡Claro! Su padre  le paga repasadores, está en el Conservatorio de Música. ¡Como no va a saber más que nosotras!

Pasó el curso y se acercaban las vacaciones de verano, en la escuela se celebraría una fiesta, también se convocaba a un concurso en  tres géneros, como cuentos, poesía y adivinanzas. Se ofrecieron las bases y se sugirió que se podría trabajar en equipo  hasta de cuatro o individualmente. Quise que Ligia lo hiciera conmigo, esta tímida como siempre rehusó, me decía que no tenía cabeza para eso. Tomé la determinación de hacerlo sola.

 Las demás muy entusiasmada formaron varios grupos y al verme sola  se reían a carcajadas;-¡Pobrecita! ¿Cree que nos puede ganar?

Mientras ellas continuaban con sus hirientes burlas, yo escribía.  En la fecha de entrega de los trabajos, fui la única que participó en los tres géneros, Muchos de mis amigos del barrio me ayudaron consiguiéndome todas las adivinanzas que se sabían Presenté los trabajos debidamente mecanografiados y encuadernados. En total  presenté más de 100 adivinanzas, una poesía dedicada a nuestro héroe nacional José Martí y un cuento  que se basaba en la discriminación racial, una  alusión directa  a lo que sucedía con mi condiscípula.

Se acercaba  el día de la fiesta de fin de curso, la presentación de los trabajos debían ser leídos por sus autores, Sería en un gran teatro, unos de los mejores de la ciudad de Santiago de Cuba.
 
En esos días se había presentado en la  urbe una  epidemia de gripe muy fuerte, la habían bautizado como “El trancazo” Yo fui una de las afectadas, con mucha fiebre y sobre todo con los bronquios muy apretados, tosía mucho y a veces parecía que me iba a ahogar. De todos modos me aferraba a la idea que aunque estuviese con fiebre no iba a dejar de participar y declararme derrotada,  para más burlas de mis presuntuosas  compañeras de estudio.

Mi madre me mandó a confeccionar un vestido de seda azul bordado, del color de mis ojos, muy de acuerdo a mi casi infantil figura, zapatos blancos y mis rubios cabellos recogidos con una cinta del mismo tono del vestido en lo alto de la cabeza.

El pecho me sonaba a más y mejor al compás de mi respiración, tosía sin poder evitarlo y… ¡De qué manera!

Mi prima Mariíta se lamentaba:- ¡Esta niña no puede ir a esa actividad con ese catarro!  ¿No se dan cuenta? – Yo  insistía, con todo fervor elevé una oración a Dios. ¡Dios mío, que yo no tosa en el teatro, te lo pido por favor, que no haga el ridículo delante de tanta gente!

Al entrar al teatro pude comprobar que se encontraba lleno con invitados,  profesores y familiares de las demás niñas. El escenario estaba adornado con cortinas de damasco color vino, con muchas flores y luces. A un extremo, sentados delante de una mesa cubierta con un fino mantel se encontraban los que componían el jurado.

Me senté sudando frío con mis trabajos  apretados contra mi pecho, que seguí porfiadamente silbando a más y mejor y yo clamando:- ¡Dios mío, que no tosa! Las flemas me querían ahogar y pugnaban por salir. ¿Cómo hacerlo con el teatro lleno? ¡Qué angustia! Pero no desistí, me decía: - ¡Resistiré!.

Una a una las concursantes fueron llamadas por los altavoces y presentados sus trabajos, como dije antes, seleccionaron a una de cada grupo en representación de las otras. Se escuchaban algunos aplausos y arengas de los familiares y amigos cada vez que se presentaba una de ellas. Cuando escuché mi nombre y apellidos, dicen que me puse roja como la grana, subí los escalones y me situé frente al público, me ajustaron el micrófono, era la más pequeña del grupo. Por dentro de mi iba orando sin cesar: - ¡Qué no tosa Dios mío! Sin vacilar ni un instante comencé a leer primero el poema, escuché una cerrada ovación al terminar. Lo había recitado con gran emoción. Acto seguido leí el cuento muy despacio y con buena entonación. Otros aplausos puestos de pie.

Al terminar las demás participantes, nos quedamos  paradas en el escenario, hasta que el jurado diera su veredicto. Ni me atrevía a respirar, trataba por todos los medios de no toser y seguía mentalmente implorando.  Mientras miraba el numeroso público que llenaba la  amplia sala y pensaba:- ¡Ay Dios mío, me caigo muerta de vergüenza si toso y esta gente se ríe  de mí! ¿Por dónde salgo?

No puedo precisar el tiempo que duró aquella crucial prueba en mi joven vida, solo se que escuché a la directora de la escuela que jubilosa anunciaba:

¡El jurado por unanimidad ha declarado como única ganadora en los géneros de poesía, adivinanzas y cuentos a… Mi nombre muy alto:

Yo no sé qué pasó, me sentí rodeada por todos los profesores que me abrazaban y besaban con las más efusivas felicitaciones. Los flashes de las cámaras fotográficas me aturdían, me llenaban los brazos de regalos y ramos de flores. Para mi asombro,  todas mis detractoras subían al escenario a felicitarme entre besos y abrazos.

En su butaca mi prima Mariíta lloraba ¡Era tan sentimental!

¡Gracias  Dios! No tosí, hasta creo que con la emoción se me quitó la gripe.

Eso sí, a pesar de la victoria,  en el próximo curso no volví a esa escuela, preferí la pública, donde todos éramos iguales.

Esta historia para mi fue una gran lección y el punto de partida de lo que sería mi futura personalidad, totalmente despojada de orgullo y vanidad, apegada a las causas justas y sin temor a enfrentarme a cualquier batalla

11 junio 2015

CUMPLEAÑOS 500 DE SANTIAGO DE CUBA

Desde la distancia en que me encuentro, te recuerdo

con nostalgia, mi querido Santiago.

En mi anhelo presiento escuchar la  alegría y el bullicio

de todo un pueblo.

Tus orgullosos hijos celebran  el aniversario como a una

niña mimada que espera su más hermosa fiesta.

Se engalanan tus calles y plazas, los más pintorescos

rincones de tus empinadas calles, en el sube y baja de

las escalinatas, se maquillan las fachadas, los balcones

floridos, las enrejadas ventanas.

Ya se entonan las más bellas  melodías para cantarte con

gozo y placer.

Todos se aprestan  a celebrar tan grandioso acontecimiento,

para mostrar tu esplendor.

Ni el ensañamiento y la crueldad que con ferocidad atacó

el  despiadado  huracán Sandy   pudo lograr destruirte,

Con  la incesante labor, la férrea voluntad de tus mejores

hijos  te levantaste como  Ave Fénix entre las ruinas, para

que  hoy lucieras más bella.

¡Santiago de Cuba! Como una joya preciosa emerges entre

cielo, mar y  montañas!

Eres un prodigio para la vista de los visitantes,  que se llevan

de ti los mejores recuerdos, por la amabilidad, cortesía y

hospitalidad de tus moradores.

¡Con cuanta  esmero se cuida el patrimonio

que nos recuerda el pasado colonial!

Los monumentos y reliquias de  su historia, sus

parques  y plazas.

Esa inigualable  visión  de la bahía que a lo lejos semeja

un trozo de plata fulgurante, el verdor de las montañas

Como esmeralda permanente.

al contemplar tanta belleza natural no puedo menos

que exclamar: ¡Santiago te amo y donde quiera que esté,

Siempre en mi pensamiento y en el latir de mi corazón!

te  auguro días de gloria, prosperidad y paz, mi ciudad

tan recordada y aunque lejos me encuentre jamás  olvidaré.

Madrid, 8 de  junio de 2015-06-08

EN MI DÍA DE ANGUSTIA

¿A quién mejor acudir en mi día de

angustia?

¿Quién me puede consolar mejor que él?

Es el que sana mis dolencias, me sacia de

todo bien, guía mis pasos, me da sabiduría.

En los momentos de prueba, me ayuda a vivir

en paz con mis semejantes, me levanta si

caigo, me anima cuando creo desfallecer,

Perdona mis errores, me consuela en el dolor,

¡Dios eres mi fe y absoluta esperanza en el

presente y el porvenir!.

“Mas de tu misericordia he confiado, mi corazón

se alegrará en tu salvación.

Cantaré a Jehová porque me ha hecho bien”

Salmo 15: 5 y 6

Madrid, 22 de noviembre de 2009

30 abril 2015

NEGACIÓN


Día,  a día, cada mañana esperaba su paso  por

mi acera.

Desde  mi ventana y a través de las persianas,

me extasiaba en contemplar su erguida figura,

El color de su piel, sus negros cabellos.

¡Cuántas noches abrazada a mi almohada soñaba

con estar entre sus brazos!

Nunca me dedicó ni una mirada, era apenas una

adolescente  romántica.

El como hombre con otras aspiraciones.

sin conocer los misterios del amor, los presentía,

¿Qué sería estar entre sus brazos? ¿Qué emociones

 disfrutaría?.

La vida  me alejó de él abruptamente, otros paisajes

Llenarían mis ojos, nuevas ilusiones borrarían su

recuerdo.

No pude extrañar sus besos, porque nunca me los dio,

ni sus caricias porque jamás las sentí.

¡Qué tontería es amar sin ser correspondido!

Solo me queda la sensación de haber deseado un imposible

en mis ansias de querer ser mujer siendo aún una niña.


Carretera de Cuabitas
Recuerdos de 1948

¡CABALLO MUERTO EN LA CARRETERA!

Estampa santiaguera


Le llamaban Rocinante,  flaco, lleno de garrapatas, su dueño no era El Caballero de la triste figura, Este era rudo, grosero y autoritario, el infeliz jamelgo era poco menos que su esclavo, lo hacía trabajar desde la salida del sol hasta tarde en la noche en los recorridos desde  el  inicio de la Alameda Michaelsen hasta la Terminal de Ómnibus Nacionales en un improvisado y rústico coche  cabillas de hierros y madera, con el techo de una raída lona, hacía el trayecto  con más de  diez pasajeros arriba, fustigándolo constantemente cuando su paso era  lento  con las peores frases.¡Rocinante sala’o, avanza, penco asqueroso!

Sucedió  en una mañana de verano con el ardiente sol del medio día, su paso  se hizo dificultoso, pese a los latigazos que recibía, al llegar a Yarayó  frente al Callejón de Mariana Grajales, más conocido por el Callejón de los  perros cayó como fulminado por un rayo, de nada valieron los golpes e imprecaciones, Rocinante permanecía  impávido.

Algunos pasajeros impacientes al ver su viaje interrumpido reclamaban la devolución del  importe pagado, otros   al ver la rigidez del jamelgo   le decían: -¡Compay, no se da cuenta que está  muerto!

Este exclamaba con desesperación: -¡ Desgració  no te puedes morir, eres mi único sustento! ¿De qué voy a vivir?

Tiempo le costó percatarse de la realidad,  ya  un público curioso se había a  congregado alrededor.  Para no interrumpir el tránsito  entre  unos cuantos lo arrastraron hasta la mitad del callejón. Había que esperar a que un inspector certificara  la muerte.

Ya al atardecer  yacía en medio del callejón, con el calor su vientre se estaba abultando, sus patas estiradas y el inspector no aparecía,  más de una docena de negros  de la amplia barriada de Los Olmos y sus alrededores cuchillos y machete en mano se disputaban los primeros lugares para descuartizarlo y coger una posta, el dueño impaciente les recomendaba no tocarlo hasta que no se certificara su deceso como marcaba la ley.

Ya casi de noche vino el  solicitado Inspector, para solo mirarlo y sin ningún otro examen certificar que había  muerto de un infarto masivo.

Lo que se formó fue indescriptible, todos se lanzaron al mismo tiempo sobre el animal y  sin importarles que ya hediera,  en menos de lo que canta un  gallo,  solo quedaron los cascos y las tripas. Venían corriendo otros  parroquianos, pero ya era tarde, no quedaba nada, hasta la cabeza para hacer sopa la reclamaban dos vecinas  de la cuartería de Julio Palacios, se fajaron, tiraron al suelo, se revolcaron, se halaron los pelos, se arañaron y se insultaron  con las peores  palabras hasta que vino uno de los participantes al festín y en gesto Salomónico, de un machetazo partiera la cabeza en dos  y se acabó la reyerta y el acalorado altercado.

Pero lo más curioso fue que muchos  siguiendo la cábala china, donde el caballo es el 1 en la charada y exclamaban.- ¡Señores, esta noche no hay más que el 1, el caballo!

Sucedió que ese sábado muchos jugaron a “la bolita” ese número y… ¡Ganaron! Dio la casualidad, que aunque en Cuba el gobierno prohibió todos los juegos de azar, siguiendo los sorteos de  algún país  de la América Central acertaron.

Santiago de Cuba, agosto de 2006





01 abril 2015

COMO DESEO QUE ME AMES

Quiero sentir que me ames tan delicadamente
como quien acaricia una flor.
Quiero sentir sobre mi piel la suavidad de una
gota de rocío.
Quiero sentir el ardor de tu mirada profunda,
dulcemente recorrer todo mi cuerpo.
Quiero sentir tus manos inquietas posarse
hasta hacerme estremecer de placer.
Quiero sentir en mis oídos dulces palabras,
inventadas solo para mí.
Quiero sentir en esta tarde gris y llena  de
melancolía, que para mi todo es sublime y
hermoso si conmigo estás  y eres  capaz de
darme el amor que sueño y espero.



28 marzo 2015

NOCHE CUBANA

Espléndida noche en que la luna emite

Reflejos de plata, los campos son iluminados

Con su resplandor.

Parte de la universo duerme, mientras las aves

Y otros  seres vivos reposan.

Los poetas y  amantes  aclaman  la

Hermosura de una noche estrellada.

En la distancia se escucha una bella serenata

 Interpretada por un alma enamorada.

Miles de astros en el inmenso cielo exaltan el

Prodigio de la creación.

¡Cuantas maravillas hizo Dios para  embellecer

La naturaleza de  una noche  cubana!

Surgen de sus madrigueras sinfín de seres que con sus

Arrullos alegran  los crepúsculos.

Noche de armonía, de paz en que nos ponemos en

Contacto con nuestro Creador para darles  las  gracias

Por tanto amor y regalarnos cada día una noche cubana.

POBRE

Sueño que un día no seré pobre y tampoco

pasaré frío.

sueño que no estaré sola, que tendré compañía,

si ya no soy pobre.

Sueño que podré descansar, no tendré que trabajar,

porque ya no seré pobre.

sueño que podré darle mucho a los pobres, porque

ya no  voy a ser pobre.

31 enero 2015

TE OLVIDO


Si te olvidé es porque no quise ser

Esclava de un amor mal correspondido,

Me cansé  de tus veleidades, tus celos y

Caprichos absurdos.

Solo concibo el amor para ser feliz y no

Desgraciada.

Entre tú y yo existe un abismo de incomprensión

Y falsa tolerancia.

Te ruego por favor que me borres de tu memoria

Para mi paz y tranquilidad.


Santiago de Cuba, 6 de septiembre de 2003

NECESITO AMAR


Soy esa mujer que necesita amar y ser

Amada como el aire que respiro, el calor

Del sol de cada  amanecer.

La vida sin amor me parece estéril y vacía,

Tengo la imperiosa necesidad de tener a

Quien amar cada día para poder  llenar ese

Espacio vacío dentro de mi corazón.

Busco el amor ansiosamente como el sediento

El oasis que apague su sed.

En ese afán  he bebido aguas amargas y dulces,

Salobres e insípidas que no han saciado mi sed.

Quiero llenar ese espacio  dentro de mi corazón.

Amo al ser humano, a los animales, las plantas,

Todo lo grandioso de la naturaleza  creada por

Dios, sin ese amor la vida no tiene objetivo.



Madrid, 24 de noviembre de 2014