Camino en esta gran ciudad, a mi
Alrededor miles y miles de personas,
Nadie me conoce, yo tampoco a ellos.
Les soy indiferente, no saben mi pesar,
Ni mi dolor.
¿A quién le importan mis sufrimientos?
De donde vengo y a donde iré a parar,
Qué será de mi vida, si tengo o no un
Hogar, quien me consuele y aliente.
¿De qué me valdría quejarme?
Soy una brizna más entre millones,
¿Llorar? Para qué. ¿Alguien me enjugaría
Una lágrima?
Inútilmente pienso:- Si estuviera en mi ciudad,
Allí donde tengo mis recuerdos, mis seres más
Queridos, mis amigos, mi acogedor hogar.
Allí, donde casi todo el mundo me conoce,
Donde he echado raíces, al salir a la calle me
Encuentro con muchos conocidos.
Unos son mis amigos, tal vez otros mis enemigos,
Pero seguro que siempre voy a encontrar una
Mano amiga, dispuesta ayudarme, a consolarme.
Tengo mi nido, mis recuerdos, mis muebles, un balance
Para descansar y recrearme, un vecino dispuesto a
Escuchar mis cuitas.
¡Ay Santiago de Cuba, como te añoro!
Madrid,
2 de febrero de 2008
26 octubre 2009
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