Madre:
Dios me manda a honrarte, es uno de
Sus mandamientos.
Para que te recuerde todos los días.
Madre:
La que un día me diste el ser, con infinito
Amor me cuidaste.
Para que te recuerde todos los días.
Madre.
Dios te bendijo como a Sara, a ella le dio a
Isaac y a ti una hija para adorarte.
Para que te recuerde todos los días.
Madre:
El creador le dio inteligencia a la progenitora
De Moisés para conservarle la vida, a ti amor y
Ternura para criarme.
Para que te recuerde todos los días.
Madre:
Como Ana ansiaba a Samuel, tú también me
Anhelabas y tu corazón latió cuando Dios te
Dio una hija.
Para que te recuerde todos los días.
Madre:
Elizabeth soñó su Juan el Bautista, yo fui tu gran
Inspiración, el fruto puro de tu amor.
Para que te recuerde todos los días.
Madre:
El Señor dotó de gran sabiduría a Salomón, para
Saber lo grande que es el amor de madre y poder
Hacer un juicio certero.
Para que te recuerde todos los días.
Madre:
¿Cuántas veces te creíste María?, porque como
Ella te sentías bendecida: Dios te dio una hija.
Para que te recuerde todos los días.
Madre:
Hoy tu calor y ternura me faltan, doy gracias a
Dios, porque me dio tu amor y ahora resignación
Y consuelo.
Para que te recuerde todos los días.
Madre:
De lo profundo de mi corazón brota con emoción:
¡Dios te bendiga mujer, que al mundo haz dado lo
Mejor de tu ser!
Para que te recuerde todos los días.
Santiago de Cuba,
8 de mayo de 1992
02 octubre 2009
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