Anoche soñé contigo, que me amabas,
Con tus fuertes brazos me abrazabas,
Tus labios ardientes me quemaban con
El fuego de tu pasión.
Cerrabas tus ojos y yo los besaba, suave,
Dulcemente.
Sentí el mundo a mis pies, pues te tenía
A ti.¿¡Habría dicha mayor? Pero…como
En todos los sueños tuve que despertar,
Ya no me abrazabas ni besabas, no sentía
Tu calor, solo el mío.
Era mi anhelo, mi deseo de tenerte, de
Estrujar mi boca contra la tuya, la que me
Daba ese calor.
Se marchó la noche y llegó la mañana, el
Sol radiante lo iluminó todo, despejó mi febril
Cabeza, volví a la realidad.
Pasará este día y querré que llegue la noche y
Que al dormirme pueda de nuevo soñar contigo.
La Habana,
28 de febrero de l972
19 octubre 2009
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