Se ensombrece mi alma,
se llena de inquietud
ante lo incierto del
futuro.
¿Hasta cuando seré una
piedra que rueda por no
encontrar lugar seguro?
Busco la paz y el sosiego,
no la encuentro a través
del camino que transito,
La tranquilidad y seguridad
que me faltan.
¡Dame Dios lo que necesito
para que no muera en mí la fe
en la soledad y el olvido!
Madrid,
20 de diciembre de 2009
12 enero 2010
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