La casa en que vivo es larga, grande…
Sin ventanas, con una sola puerta.
Por esa puerta entré un día y no me es
Permitido salir.
Me ahogo entre las enormes paredes de
Esta casa rodeada de imaginarias rejas.
Dentro de ella se trata de controlar
Mis acciones y pensamientos.
Por todas partes veo un ojo que me vigila
Constantemente, un oído que lo escucha todo.
Trata de escrutar cada acción mía, escarbar
En mi mente.
Desean por todos los medios de agobiarme
Con sus inútiles razonamientos.
No los puedo entender, púes son la
Contrapartida de sus propias acciones.
¿Cómo salir de esta casa-prisión? ¿Qué
Me lo impide?
Cien mil formas de cómo escapar se presentan
Ante mí, cien mil rejas, cerrojos me cierran el paso.
En esta casa que a pesar de todo amo, nací
Libre, me encarcelan los pensamientos e ideales.
¿Cómo resignarme a vivir sin libertad? ¿Qué hará
Para recuperarla?
Siento una fuerza interior que me impulsa a
Buscarla a cualquier precio.
Cierro los ojos y sueño, despierto y veo que sigo
Atada de pies y manos.
De nuevo cierro los ojos, mi mente me ordena correr,
Volar hacia cielos desconocidos, no puedo.
De mi pecho escapa un grito, se ahoga en la garganta,
Me han amordazada para que nadie lo pueda escuchar.
¡Qué será de mi, de mi futuro en esta casa tan
Larga y tan grande?
28 mayo 2005
14 mayo 2009
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