La naturaleza creada por Dios lo alaba cada día.
Al amanecer las aves cantan alegres, las flores
Despiertan y con sus vivos colores perfuman el
Ambiente en alabanzas a Dios.
El sol se recrea iluminando la más hermosa
Creación del ser Supremo: La tierra.
Los mares en el vaivén de las olas murmuran
Sus alabanzas de continente a continente,
Los árboles mecidos por el viento, en su
Incesante murmullo alaban al señor de señores.
Los verdes prados, las altivas montañas.
Miran al cielo para alabarlo.
La lluvia cae como caricia de la naturaleza, para
Darle vida y hacer crecer los frutos, el alimento
De todo ser viviente.
Al caer la tarde, el astro rey se pierde en el
Horizonte, en el ocaso las estrellas y luceros
Brillan, la luna se enseñorea del firmamento.
El ser humano y los animales descansan,
El Señor desde las alturas de los cielos, allá
En lo infinito, vela sus sueños.
¿Y tú mi hermano, pequeña criatura, por qué
No alabas a tu padre que te ha dado tantas
Maravillas e infinitas bendiciones?
El solo desea de ti que le dediques unos
Minutos de tu vida y le des las gracias por
Brindarte tan grande e inmenso amor.
Madrid,
28 octubre 2008
14 mayo 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario