En mi vida la felicidad que he buscado
Afanosamente en el amor, ha sido como el sol
Que sale en los polos, tan efímero y fugaz, que
Apenas me ha dado calor.
He soñado inútilmente con alcanzarlo, se me
Ha escapado una y otra vez como una veloz
Gacela. Cada momento que le he robado a la
Vida, ha sido desafiando mi adverso destino.
Mis breves momentos de felicidad los he disfrutado
Como el que aspira un caro perfume o bebe un
Exquisito licor sorbo a sorbo, con el deseo que nunca
Llegue al fondo de la copa.
He querido extasiarme contemplando una hermosa
Noche de luna, he deseado contar las estrellas y
Luceros, hablarles de mi amor, cogerlas entre
Mis manos y ofrecerle la más bella.
Mi anhelo ha sido ser para él tan dulce como la miel,
Tan sublime como un ángel para velar su sueño la
Mejor de las amantes, su fiel compañera, su amiga más
Sincera, un poco madre, para acariciarle y consolarle.
En sus días de agobio y pesar he querido ser todo eso,
Mucho más, pero todos mis esfuerzos han sido inútiles,
Nada que proceda de mí, le puede interesar.
Llego a la convicción: - El amor no nació para mí.
6 de noviembre de 2000
23 mayo 2009
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