Soy un ave peregrina que aún no sabe
dónde construir un nido seguro.
He volado de mar a mar en busca de
libertad, seguridad, más la incomprensión
y la envidia han sido mis compañeras
Inseparables.
¿Podré volver a aquel nido cálido dónde
incubé tantos sueños y añoranzas?
¿Podré ver a mis polluelos retozar a mi
alrededor en plena libertad?
La indiferencia me aterra, la incomunicación
me enerva, siento la necesidad de expresarme,
de encontrar comprensión.
Huyo de los hipócritas que desean utilizarme,
quiero encontrar una mano amiga donde
asirme, ¡Me tambaleo! ¡Me desplomo!
Razono que me encuentro entre fieras voraces,
para aniquilar mi espíritu, seres llenos de envidia
E impotencia, que solo desean pisotearme, humillarme,
Pero aún me queda un átomo de mi rebeldía congénita.
¡No podrán! Seres mezquinos que traman mentiras
Para destruirme ante los ojos de los demás ¿Qué culpa
Tengo de su inferioridad? ¿de su complejo heredado
Por siglos? Le temen a mi pluma, esa es mi mejor
Arma de combate, con ella he logrado ganar grandes
Batallas.
Entre más me separo de los hombres, más necesito
Acercarme a Díos ¡Eres mi único refugio!
Madrid, 17 de octubre de 2008
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