Cuento para niños
En la granja La Risueña había toda género de animales domésticos y la niña Rossi, la de lar largas trenzas y los grandes lazos azules, a todos ponía nombre, pero sin duda a a que más amaba entre todos los animales era a la gallina Cantarina, hermosa, de plumaje rojo y espléndido collar de plumas doradas alrededor del cuello, patas gordas y amarillas. Era la reina del patio. El gallo Kiki le hacía la ronda enamorado y se lucía cantado ¡ki, ki, ri, kiiiii!
Desde el otro extremo del patio el gallo mayor le respondía :-¡KI,KI,RI,KI,Kiiii! Y cuando daba con Kiki lo hacía correr despavorido por todo el patio. Los gallos más jóvenes debían respetar a los mayores.
La demás gallinas celosas de la gracia de la bella Cantarina, la miraban con desdén y hasta con un poco de envidia, ella era alegre se pasaba el día cacareando muy contenta.
La niña antes de irse para la escuela salía al patio a saludar el día junto a sus queridos animales. Ya la conocían y todos corrían a su encuentro, ella con una cacharra llena de granos de maíz los llamaba:- ¡Pi, pi ,ri ,pi, piiii! Y todos se arremolinaban alrededor de Rossi, que muy feliz les prodigaba caricias y mimos. ¡Ven Cantarina, gallinita linda, ven!
El pato Cloco casi se le sube a las piernas, el chivito Mongui come de su mano. Viene el pavo Arrogante y después que come y le ofrece granos a sus preferidas, hace una ceremoniosa rueda y abre la cola como si fuera un abanico de plumas, sus patas se mueven como si estuviese realizando un riguroso ritual ¡Abrarrurururaaa!- Las palomas con su ¡cu, cu, ru,cuuu! Viene también volando a disfrutar del festín, el puerquito Ruki con su rabito enroscado ¡Uí, uí´uiiii! Abriéndose paso presuroso en busca de los dorados granitos.
La niña los reparte y para todos tiene una frase de cariño, está muy contenta y contempla el patio florido de grandes árboles, el sol se asoma tímidamente entre el lomerio, la yerba bañada de rocío, el rumor del incesante rio. Da gracias Dios y exclama:-¡Que bella luce la campiña cubana en cada amanecer! La naturaleza toda es como un canto de amor y alabanzas a nuestro Creador y expresa:- ¡Gracias Señor por la maravilla de cada día! Pronuncia la niña agradecida a nuestro buen Dios.
Cantarina todos los días se pierde entre la fronda del cafetal y no vuelve hasta el medio día, viene muy contenta por el estrecho trillo cantando alegremente: ¡Ca, ca,ra,ca,caaa! A todos viene anunciando que ya ha puesto un huevo en su nido. Pero… ¿Dónde está? Nadie lo sabe, Cantarina es muy reservada y no quiere que nadie les toque sus huevos, los cuida con esmero, para ello ha entretejido un nido con ramitas y palitos, que los resguarda de todo peligro. Ella viene sofocada y sedienta y busca el agua fresca que recoge con su pico del estanque, lo mete una y otra vez hasta saciarse.
Rossi sale al patio y le dice: ¡Linda Cantarina! ¿Dónde escondes tu nido? Nada expresa.
Pasan los días y Cantarina apenas se ve en el patio, ahora viene por las mañanas con sus plumas encrespadas, ya no desea que Kiki la enamore y se aleja de él muy ofendida. ¡Clo, clo, clo! ¡Ay si mi gallinita está culeca! Le dice la niña cariñosa. Ella viene y como maíz de su mano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario