¡Qué hermoso es ver el sol posarse en el
fondo de un lago, perderse en el horizonte
entre arreboles! ¡Admirar el arco iris después
de la lluvia! ¡Ver las plantas bañadas de finas
gotas como diamantes!
Tenemos tan cerca el cielo y tan lejos, que no
nos detenemos a mirar las maravillas creadas
por Dios, para agradecer y saber que en las
alturas está por los siglos de los siglos.
Amén
Madrid, 26 de abril de 2020
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