A pesar que el amor se acaba, de que las rosas
Se deshojan, las gotas de rocío se evaporan,
También mis lágrimas agotaron su caudal,
También mi corazón se cansó de amarte, pero
No creo que por ello haya muerto el amor,
Todavía presiento que habrá un nuevo amanecer,
Que las rosas frescas y fragantes volverán a
Florecer.
De nuevo el rocío las besará cada mañana,
Haciéndolas resplandecer, que mis ojos tendrán
Un nuevo brillo y se humedecerán de felicidad.
Mi corazón volverá a latir, a vivir porque el amor
Nunca podrá morir.
Santiago de Cuba
28 de noviembre de 1974
12 diciembre 2009
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