Estampa santiaguera.
¿Miladys, mi hijita! El frío está descongela’o la luz se fue a las 5:00 de la mañana y mira la hora que vino, son casi las 6:00 de la tarde. ¿Tú no me puedes limpiar chini?
--¡Abuelita¡ me estoy pintando las uñas, chica, ¿Tú no sabes que voy a salir?
--Pero mijita, ¿No te das cuenta la gripe que tengo? ¿Cómo crees que le voy a meter la mano a ese frio? ¡Cuida a esta viejita, concho que el día que me pierdas, vas a saber lo que es bueno! ¡Ah, tan desconsiderados que son los jóvenes de hoy! ¡Si te digo!….
--¡Ya, ya abuela! Cuando termine lo limpio y se acabó.
Dos horas después…
--¡Miladys, mamita, son casi las 8:00 ahorita te vas y el frío se queda sin limpiar! ¡Mira como está de chorrea’o, el agua caliente, las cosas que hay en el congelador se me van a echar a perder!
¡Ya abuela! Te dije que lo iba a limpiar, no seas tan majadera, repite mas las cosas!...
--Tá bién, no te lo digo más, pero te juro que como yo me siento el pecho de apret´o ¡que se pudra to’o, pero no lo limpio!
La joven se decide a limpiar el viejo refrigerador. –Déjame meterle mano al salao frío o me mata tu letanía ¡Ñoooo!
--No te lo diré más, para que no digas que los viejos repetimos mucho las cosas, pero acuérdate de secarlo bien y ponerle el ventilador ¡Oiste!
--Si abuelita, te escuché.
Un rato más tarde la joven está enfrascada en la tarea de limpiar el antiguo equipo.
¡Abuela! ¿Pero qué es esto, un mercadito o un super mercado? ¡Mira esto!
--¡Yo no sé como este pobre refrigerador, que según me han contado tiene más de 50 años resiste esta carga! En vez de llamarse ADMIRAL, debía de ser ADMIRABLE, en el congelador tienes unos huesos de puerco, un paquete de yucas congeladas, un pedacito de pollo, un nylón con cabezas de pescado, un pedacito de mortadella, otro nylón con picadillo de soya, pellejos de pollo, puré de tomate, frijol de hace una semana, sopa de tres días, boniatos hervidos para el perro. ¡Ay ¡ ¿Qué es esta basura?, grita la joven asqueada.
--¡Basura de qué! –eso son las tripas del pescado jurel que las guardo para el gato, no se las puedo dar toda el mismo día ¿Después qué come? Tú sabes que el pescado viene a la carnicería por la libreta una vez al mes y hay que administrársela bien ¿No?. El jarro con hielo no puede faltar en una casa, por cualquier eventualidad.
--¡Abuela, esto dá asco!
--¡Claro! Es la primera vez que lo haces y no sabes que tengo que inventar para ponerles aunque sea una comida un a vez al día. Si te digo que ser ama de casa en estos tiempos es lo último.
-- La nieta continúa en la tarea. --¡Mira pá esto! 7 pomos de agua, otro con Yogurt de soya, un litro con refresco instantáneo, los huevos del mes en la puerta, agua de coco para los riñones de Pepe, montones de medicinas, jarabes, pedacitos de calabazas, papas de la última vez que vendieron en el mercado, plátanos burros maduros y verdes, la leche en polvo de abuelo y tu cerelac, más plásticos con arroz de tres colores. ¡Qué es esto abuela?
--¡Bah, bah! Esto no es como en mi tiempo de juventud que todo se botaba, ahora si no guardas el poquito de arroz blanco, el congrís y el arroz amarillo, para unirlo cuando los vuelvas a hacer, no te alcanza las seis libras para el mes, el kilogramo de leche hay que estirarlo también para el mes, lo mismo que mi cerelac, ¿Qué desayuno?, Tú comprendes que no voy a estar metida en la plaza de marcado todos los días, no hay bolsillo que aguante ¿No?, esas hojas son para hacerle tizanas a tu abuelo, el paquete de lechugas me costó 4,00 pesos.
--¡No, no me botes ese pomo chica! Son una nuez moscada que tiene más de 10 años, qué digo yo! Mucho antes del periodo especial y ahora no las hay ni en los centros espirituales.
--Abuela, mi vida. Si digo que esto es la sucursal de un super mercado. ¡Mira esta gaveta!
La abuela molesta ante tantos regaños le dice a la nieta: ¡Vete para la porra y déjame seguir a mí y no me peles más! ¿Qué quieres que haga? Ahí tengo los frijoles negros del mes, que bastante gorgojos que les saqué, el chíncharo de la última vez que vendieron a los viejos, los garbanzos que me trajo Yeyo de Baracoa, el poquito de frijoles blancos, la libra de harina de maíz que me regaló Belkis, la harina para hacer croquetas que me trajo Mercedes de la panadería ¡Ah! Esa es la maicena que conseguí para hacer la natilla del cake de tus 15.
--¡Abuela! ¡Apretaste! Ya de eso hace 8 años. No digo yo, no sé cómo no metes el arroz sin cocinar, el aceite, el vinagre y hasta la sal y el azúcar.
-- Púes mira mijita, que si no fuera así y guardara un poquito de cada cosa ¿qué hago cuando lo necesite? ¿A donde lo voy a buscar? Recuerda que vives en el socialismo y no en el capitalismo ¡Oíste bien? ¡Socialismo o comunismo, lo mismo da, esa es la realidad!
Santiago de Cuba
22 de marzo 2004
11 diciembre 2009
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