¡Sálvame Señor de la furia de mis enemigos!
¡Sálvame Señor de la maldad y la traición!
¡Sálvame Señor, si por causa de mis ideas
Perezco en la lucha!
¡Sálvame Señor de hipócritas y falaces!
¡Sálvame Señor, si por bondad y amor le
He abierto el corazón a
quien no lo merecía!
¡Sálvame Señor del ambicioso, el oportunista,
Que en nombre de la verdad, engaña con
Falsedad.!
¡Sálvame Señor si en aras del más puro amor
Puedo caer en las manos de los malignos!
¡Sálvame Señor de que me tiende la mano y por
La espalda me clava el puñal de la traición!
¡Sálvame Señor del Judas que besa mi rostro,
Mientras su mente maquina mi destrucción.
¡Sálvame Señor de tanta crueldad y pon en su
Corazón amor, piedad y en mí compasión y
Perdón.
Santiago de Cuba,
27 de abril de 1997
22 septiembre 2009
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