02 septiembre 2009

NI PROFETA NI ADIVINA

No me creo ser Jeremías, ni Casandra, la que predijo que el famoso caballo de Troya, era una trampa de los aqueos, la tildaron de loca, los hechos le dieron la razón. No poseo esos dones, pero a veces… Desde muy joven tuve algunos aciertos ¿O casualidad? Por ejemplo:- Un día de l958, en plena zona rebelde me enteré de algunas cosas, entre ellas: La destitución del Comandante Higinio Díaz Ané (Nino)(Lo conocía desde niña, era vecino nuestro de la carretera de Cuabitas (Hoy Patricio Lubumba). Era hijo de Valentín Díaz, el dueño del tostadero de café “El Combate” y amigo de toda la familia.

Exclamé delante de algunos rebeldes: - Esto Me parece comunismo, me dijeron lo mismo que a Casandra, me callé por si las moscas.

Ya en pleno proceso revolucionario me di cuenta que no estaba desacertada, pero aún muchos dudaban, hasta que el propio Fidel en la gran concentración en la Plaza de la Revolución José Martí en La Habana declaró públicamente el carácter socialista de la Revolución con estas palabras: - ¡Cuba, primer país socialista de América!

Creo que ni un rayo me hubiese fulminado como lo hicieron esas palabras. Solo me salió de lo más profundo del alma:- ¡ Nos desgraciamos, esto es comunismo!. Mi madre trataba de consolarme al verme que había caído en una profunda crisis depresiva- -Mi hijita, no te pongas así, a lo mejor no es tan malo como supones, pero yo en mi desesperación seguía: - ¡Nos desgraciamos, mamá, nos desgraciamos!

Una vez más el tiempo me dio la razón, en breve tiempo comenzó la escasez de productos, la represión, la censura de prensa, las intervenciones de propiedades privadas, los encarcelamientos y fusilamientos, la guerra psicológica contra los americanos, mientras, mi padre decía:- ¡Qué malo es pelearse con los cocineros!

Muchos de mis familiares más allegados, al verse despojados de sus bienes, optaban por irse del país por cualquier vía. Supe el dolor de ver a seres muy queridos en prisión por sus ideas.

Pronostiqué que en las tiendas de víveres y de ropa solamente quedaba lo que estaba en los escaparates, que compraran todo lo que pudieran, que después de eso no iba a ha -ver nada, que los almacenes ya nacionalizados no tenían mercancías. ¡Aprovechen, que todavía están por la libre! Después de esto vendrá una libreta de racionamiento. ¡Acerté!
Al poco tiempo no quedaba ni dónde amarrar la chiva.

Así por el estilo, la vida de los cubanos se fue deteriorando progresivamente, hasta llegar a los niveles de hoy.

¡Qué desgracia, concho!

Ahora parece que se enciende una luz en el oscuro laberinto. Barakc Obama, actual presidente de Los Estados Unidos de Norteamérica, es como un iluminado, el mundo tiene sus esperanzas puestas en su capacidad para dirigir la mayor potencia actual. Y efectuar los cambios necesarios, que pueden dar un vuelco en las relaciones con Cuba.

Se me ocurre, ¿O es una nueva premonición? ¿Qué pasaría si los vecinos en gesto de reconciliación le obsequiaran a los cubanos un millón de cabezas de ganado, para fomentar de nuevo todo lo perdido en estos 50 años?

Mi congo, digo mi espíritu burlón que a veces se apodera de mis pensamientos y me suelta la lengua, me avisa de lo que ocurriría, en breves días, las hermosas vacas y los toros de la mejor raza, se morirían, vuelvo a decir, si los hambrientos cubanos no se los comen hasta los cascos, pues que se sepa, las reses americanas no comen marabú. Mi muerto me dice que mejor sería que manden ese millón ,de jóvenes con todo tipo de implementos y herramientas, con su correspondiente comida, porque creo que los yankis no comen plátano fongo, mosquiteros y abundante repelente, para que no los coja el dengue, endémico en la zona y canten El manisero en inglés, por que si no… los que mueren son ellos, a ver si en 10 años logran erradicar esa maleza, para después sustituirlos por otro millón, ya que éstos estarán invadidos hasta los pelos de espinas y a pesar del repelente, las picaduras del Aedes Aegipty las tendrán hasta en los calcañales.

A estos héroes habrá que condecorarlos con una solemne ceremonia, por su esfuerzo y valentía.

El nuevo contingente vendrá ya con las semillas de hierba de guinea, que era lo que estaban cubiertos los potreros de las miles de haciendas y fincas de toda la isla. Después que haya crecido lo suficiente, entonces que envíen el millón de cabezas de ganado, que seguro que en 10 años se habrán multiplicado y volverá a tener Cuba la misma cifra , por lo menos que tenían en l959 de 7 millones, por lo que de nuevo se podrá vender leche fresca por la libre, queso y mantequilla y no habrá que quitarle la leche a los niños a los 7 años.

¡Ah! ¿No lo creen? ¡Allá ustedes! El tiempo una vez más me dará la razón.


Madrid
21 de abril de 2009

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