¡Qué triste es recordar lo que
Tanto se ha querido y pensar…
Que llegó el olvido!
¿Qué ha sido de aquellos besos
Llenos de dulzura y pasión, mientras
Nuestros labios permanecían unidos,
Olvidados del mundo en un beso que
Parecía no tener final?
Sin embargo llegó el olvido, nuestras
Nuestras noches ya no son de sueños
Ni desvelos.
Mis manos se alzan buscando algo que ya
No tengo, mis labios permanecen fríos,
Mis ojos vacíos.
Ya no te tengo, no eres el gran amor de
Mi vida, ni tan siquiera mi pequeña ilusión,
No queda nada, tan solo: El olvido.
La Habana,
7 de enero de 1973
04 septiembre 2009
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