Por cada pecado que cometas, estás
Crucificando a Cristo.
Si la maldad se anida en tu corazón,
Clavos en su carne martilleas sin Piedad.
Si tu lengua maldice, calumnia y
vitupera a los demás, hiel y vinagre
Harás beber al que en la cruz padeciendo está.
Si hieres a tu hermano, lanzas estarás
Clavando en el costado del mártir del
Gólgota.
Si el egoísmo, orgullo y vanidad no
Te dejan ver la miseria y la pobreza de
Los demás, estarás coronando de espinas
La frente de Cristo.
Si no escuchas la voz del que te llama a
Redención, estarás dando la espalda al que
Su preciosa vida ofrendó por ti.
Si en la dureza de tu corazón no cabe esta
Verdad, no tendrás el gozo de ver a un Cristo
Resucitado, que vive, ama y perdona y con su
Sangre tus pecados limpió, para que creyendo
En él, puedas ser llamado hijo de Dios.
Iglesia “San Juan”
Santiago de Cuba,
3 de mayo de 2003
26 septiembre 2009
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