¡De rodillas solo ante Dios!
Grita mi alma enardecida clamando
Por justicia y libertad.
¡Basta ya de oprobio e ignominia!
Estalla el corazón que ya no soporta
Más.
¡Qué rompan los pechos al reclamo del
Cese de tanta maldad!
Las cadenas se rompan, las leyes se abran
Y con la libertad obtengamos la ansiada PAZ.
Santiago de cuba
10 abril 1997
25 enero 2009
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