Señor mi Dios, deseo que entre
Mis riquezas materiales aumentes
En mi la humildad, el
apego a la justicia,
la compasión y el
amor a mis semejantes.
Dame la sabiduría
necesaria para repartir
Lo que me has proveído
equitativamente.
No permitas que el orgullo y la avaricia se
Apoderen de mi , mantenme sencilla,
Como si nunca hubiese tenido nada, sé que
Sin ti no somos nada y que nada material
Nos podremos llevar al final de la existencia.
Si me quitaras la gloria que me has dado,
Me sentiría la más infeliz de las criaturas,
No te apartes de mi Dios de mi vida, de mí
Hogar y familia.
Con tu amor nunca me sentiré sola, pues
Cuando no hay nadie a mí alrededor,
Siento tu presencia acompañándome.
Madrid, 6 de agosto 2020
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