11 abril 2010
DESPRECIABLES
¿A qué lugar irá a parar esa chusma
enardecida que al mandato corre
ciega a defender la cruel dictadura?
¿Dónde meterán sus cabezas quienes
de espaldas al pueblo lo siguen apoyando?
¿Con qué valor levantaran la frente los que
atacan a madres adoloridas por la pérdida
de un hijo?
¿Quién guía a esa plebe frenética que
destroza gladiolos y arrastra a indefensas
mujeres?
¿Qué le podrán contar en un futuro a sus
hijos y nietos?
¿Hasta cuando seguirán casados con la mentira,
mostrándose indolentes ante tanto sufrimiento?
¡Cobardes, despreciables marionetas incapaces
de razonar y mantener una postura digna!
La historia los juzgará y el tribunal de Dios
los condenará.
Madrid,
10 de abril de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario