Amigo, es en todo tiempo; los buenos,
los malos, los tristes y los alegres.
Ese que te brinda su mano espontánea
en toda ocasión, te levanta si te ve caído,
se conduele de ti en el dolor, la miseria,
la incertidumbre.
Quien no te abandona por tu pobre condición
y comparte con amor el pan, el consuelo,
la ayuda oportuna.
El que no te desprecia,
no espera nada de ti
te defiende cuando lo necesitas.
Ese amigo dispuesto a perder la vida,
y la libertad por defender tu derecho,
salvarte y luchar por la justicia y la verdad
El que está pendiente de tus problemas,
no para criticarte,
si no para buscarle solución.
El que está a tu lado en los momentos difíciles
cuando la tristeza te embarga,
o estas en inminente peligro.
Es el que brinda afecto entrañable,
comparte el amor con sinceridad,
no tiene envidia ni guarda rencor.
Cumple el mandamiento cristiano
de amar a su prójimo como a si mismo,
sin egoísmo ni ambición, con lealtad y sinceridad.
15 abril 1999
20 marzo 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario