A Esperanza
Fuiste nuestra gran esperanza, desde el primer día que te conocimos y nos extendiste tu mano solidaria, nos demostraste gran confianza y nos abristes caminos, la ayuda necesaria.
Con tu sonrisa amable, nos haz alentado todos estos difíciles tiempos, siempre a nuestro lado, participando como hermanos en todos tus actividades festivas, tu casa y familia, tus proyectos.
¿Cómo no recordarte y lamentar, que aunque sea por un tiempo limitado, te alejarás de nuestras vidas?
Te extrañaremos, como algo muy querido e imprescindible y añoraremos tu regreso y a la vez te deseamos los más grandes éxitos, que aunque la distancia nos separe, siempre estarás en nuestros corazones, con ese amor espontáneo que nos inculcaste, con tu imagen reflejada en nuestras mentes, rogándole a nuestro Dios, que siempre te ampare y te prodigue las más grandes bendiciones.
Con todo nuestro más sincero cariño.
Nieto y Haydée
Madrid,
29 de noviembre de 2009
30 noviembre 2009
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