10 noviembre 2009

LLORA

Cuando el dolor te oprima el

corazón, las lágrimas broten

incontenibles como un escape

a una pena tan grande: -Llora.

Que nadie te impida el desahogo

de tu espíritu herido.

Llora, es el consuelo a tanto dolor

reprimido, donde el alma sacudida

busca alivio.

Es lenitivo para los seres solitarios,

que no tienen el bálsamo que quite

congojas, la mano amiga, el amor de

una madre.

Llora, libera tu carga de pesar, busca

a tu Creador en oración y una dulce paz

en sus brazos amorosos encontrarás.




Madrid,
3 de noviembre de 2009

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