19 noviembre 2009

TRISTE AMANECER

Descubrí que había perdido
Tu amor y me fui a la orilla
De la playa a derramar mí
Llanto.

Mis lágrimas se mezclaban
Con las finas gotas del salpicar
De las olas.

Frente al inmenso océano di
Rienda suelta a mi dolor y
Frustración.

Entre las lejanas montañas
Comenzó a salir el sol, las
Gotas de rocío humedecían
Mis pies desnudos.

En mi soledad, dirigí la mirada
Al espacio infinito, invoqué una
Oración pidiendo fuerza y valor
Al Ser Supremo.

Por un instante creí ser dueña del
universo, el mar y el cielo, pero
Comprobé que no tenía nada si
Me faltaba tu amor.

5 de diciembre de 2000

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