Si no tuviera la esperanza de salir
De aquí un día, me moriría de tristeza.
Me siento como un espíritu que vaga,
Por no encontrar el camino.
Como un alma perdida que no sabe a
Donde ir.
Días de mutismo y soledad, por no
Tener a quien confesar mis penas.
No tengo ni el consuelo de contemplar
Otra cosa que no sean paredes blancas.
Es como estar en una amplia celda
Purgando una condena.
Trato de recrearme en recuerdos pasados,
El presente se impone.
Siempre frente a mí, robándome días
Mejores.
¿Nací para conformarme a vivir en el
Ostracismo?
¡Imposible !Eso no cabe en mi temperamento
Inquieto, sin vocación para conventos.
Nací libre y he luchado mucho para no peder
Esa condición.
A Dios le pido esa liberación, volver a pisar
Suelos más agradables.
Porque no pierdo la esperanza que El me
Lo concederá.
Haydée Rodríguez Rodríguez
Burguillos de Toledo
18 de noviembre de 2008
11 julio 2009
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