La notica corre de boca en boca por todo el barrio del
Tivoli. Algunos se lamentan, a otros les causaba risa y murmurabann:-¿Qué les habrá pasado a ese par de viejos?-Nadie sabe
las causas, por lo que la intriga crece por días, muchos dan su opinión del
posible problema que ha surgido entre los
dos, otros se exprimen la cabeza, tratando de adivinar lo sucedido.
Yuya apenas sale de la casa o se asoma a la ventana, Paco cuando alguien indiscreto trata
de saber el verdadero motivo de la
separación, reúsa hablar y corta rápido la conversación.
Esto llega a los oídos de la comadre Encarnita, la cual
manifiesta su asombro. -¡No lo puedo
creer! ¡Eso no puede ser! ¿Qué Gloria y Francisco se vayan a divorciar?
¡Imposible! ¿Con tantos años que llevan de casados? ¡Qué va! Eso debe ser una
bola o una broma de mal gusto. ¡Deja que
vaya a visitarlos! Otra vecina le advierte: -¡No hija, ni te atrevas, ella, no se dejan ver de nadie, él
no dice ni pio. Algo raro debe haber pasado entre los dos ¿No crees?-Yo sigo opinando que eso es falso,
asegura Encarnita convencida.
Esa misma tarde visita a su comadre, esta la recibe muy
triste y llorosa.-¡Qué bueno que viniste! –¡Tengo tanta necesidad de hablar contigo!- Esta le
pregunta:-¿Entonces es verdad lo que se
comenta por ahí de que tienes problemas con Paco? Después que ustedes se han
llevado tan bien toda la vida.- Le dice
la amiga-Así es, pero las cosas han llegado muy lejos y ninguno de los dos da su brazo a torcer.
–¿Dime una cosa? ¿Cuántos años llevan de casados?- El año que viene cumplimos
50 años-¡Bodas de oro? ¡Qué pena! Se lamenta Encarnita. –Yuya
prosigue;-¡Figúrate! El tenía 25 años y
yo 20. ¡Toda una vida!
Todavía la comadre insiste. –Pero vieja, puede haber una
solución ¿Qué puede haber pasado entre ustedes para tomar esa drástica
determinación?- ¡Nada boberías! –Sabes
lo porfiado que es- ¡Y tú no te quedas atrás! ¡Que te conozco muy bien!
–La anciana se echa a llorar. La comadre trata de consolarla y vuelve a
insistir:- ¡Dime la verdad! ¿Paco tiene otra mujer?- ¡Qué va, si ya no sirve ni
pa’ taco de escopeta!-¿Entonces Yuya tú…?- ¡No chica, no! ¿Quién piensa en esas
cosas?- Sigo sin entender, si no te
explicas mejor… -La otra ahora habla de
prisa, como quien desea salir lo antes posible del mal
rato. ¡Mira chica, lo que
sucedió fue una tontería, tú sabes que
yo soy fanática a escuchar a Radio Marti
y ahora Paco no me deja. De nuevo se
echa a llorar. La comadre más intrigada aún pregunta:- ¿Qué pasó, se metió a comunista?-¡Ay no! ¡Ni
loco!- Es otra cosa. Resulta que sigue con su fanatismo a la pelota.-¡Verdad
que sí! Afirma Encarnita. ¿Y qué pasa
ahora?- Pues mija, se le rompieron los zapatos
y ya no puede ir al Estadio Maceo como antes y se empeña en
escuchar todos los juegos por la radio y
por eso yo no puedo oír a Radio
Martí y enterarme de lo que pasa en el
mundo, porque aquí… las noticias están
llenas de propaganda. ¡No lo resisto! -¿Tú sabes lo que eso? ¡Mi
único entretenimiento, cuando por las
noches pegada a mi radio y a pesar del ruido de la interferencia que le meten estos desgracia’os puedo
saber todo lo que pasa en
Cuba y otros países. Discutimos,
porque yo le cambiaba la onda, tanto que un día le dije:- Si sigues así me voy
a divorciar y me cogió la palabra. Me
respondió:-¡Cuando tú quieras, me avisas para ir a firmar! Desde ese día apenas
nos hablamos, pero sigue emperra’o con su pelota y yo con mi Radio Martí. Por
eso cuando cobremos la pensión del mes,
vamos al Bufete Colectivo y… ¡Ya!
-¡Pero ese es el problema? ¡Qué bobería!- Eso
tiene solución, exclama
Encarnación-¿Cómo? –Pregunta Yuya- ¡Muy fácil, se consigue otro radio y se acabó, cada uno escucha lo que le gusta y asunto concluido! –La anciana mueve
la cabeza repetidas veces y expresa: ´-¡Qué fácil tú lo arreglas todo! -¿De
dónde voy a sacar otro radio? ¡No te das cuenta que solo lo venden en las
Shopping? ¿De dónde voy a sacar los dólares, si solo cobramos en moneda
nacional y lo de un mes no alcanza? -¡Yo lo que tengo es muchos dolores! – No
te atormentes chica, le dice la amiga en
tono consolador.
Unos días después se aparece Encarnación con un radio.
-¡Mira comadre, me lo regalaron unos amigos que se van del país! –Es un Phillips que me dijeron que tiene más de
45 años, pero sí que se escucha bien
todavía. Yuya entusiasmada lo enciende.
¡Es verdad, se oye! -¿Coge la onda
corta?-No lo sé, responde. - ¿Si no la coge
no me sirve? –Salta Yuya molesta. ¿Para
qué lo quiero si no puedo
escuchar a Radio Martí si solo sirve para la onda larga?
En ese momento hace
su entrada Paco, saluda a Encarnación un
poco cortado. Esta le dice:-¡Por favor Paco! ¿Sabes cómo se puede
conectar a la onda corta en este radio?- Paco lo trastea, aprieta todos los botones, le levanta la tapa de
atrás y finalmente se da cuenta que
funciona, así se lo hace saber a ambas. Encarnación se apena y Yuya guarda
silencio –Es Paco el que pregunta: -¿Cuál es el
problema?-Encarnación le cuenta el motivo por el cual trajo el radio y que es para poner fin a la
disputa entre ambos, que de ahora en adelante cada uno tendrá el suyo
y podrá escuchar lo que le plazca ¡Ok! ¡Asunto concluido y no se hable más de
separación -¿Me entienden? Paco muy comprensivo
le dice: - Yo cojo este viejo, ¡Total! ¡Lo único que me interesa es
escuchar los juegos de pelota, Yuya que
coja el Selena y oiga lo que quiera.-Muy
bien! ¡Ahora dense un abrazo! Los dos
ancianos muy emocionados se abrazan y besan repetidas veces. ¡Gracias Encarnación, muchas gracias!
Y Colorín colora’o, este cuento se ha acabado.
Santiago de Cuba, 10 de mayo de 2001
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