La voz de Elvira, la
más potente de la barriada divulga de
cuadra en cuadra la llegada del casi
extinguido tubérculo.
La mayoría de los vecinos
jaba y Libreta de Racionamiento
en mano salen presurosos a coger turno en la ya
larga cola. Se anuncia en la pizarra que se venderá a 2 libras por
persona. Los dependientes cargan los
mojados y pestilentes sacos hasta cerca
del mostrador, al vaciarlos comienzan los comentarios principalmente de por parte de Elvira- ¡Qué asco! ¡Casi todas están
podridas y retoñadas! ¡Qué falta
de respeto, después que hace
mucho más de un año que no se veían ni en los centros espirituales! ¡Qué
un año, no se sabe de cuando!
Como siempre sale una
defensora del proceso revolucionario:- ¡Tú como siempre Elvira,
criticando, dale gracias que vamos a
comer papas!- Dice ella: -¿Dar gracias porque nos vendan esa
porquería? ¿Ustedes no saben
que esas papas retoñadas son
tóxicas? Producen solanina y eso
intoxica, da una picazón…Una de
la cola se atreve a decir bajito:-
Por eso
yo no lo sabía y la última vez
que las comí, me dio tremenda picor por todo el cuerpo y ni Benadrilina tenía.
Mientras la
venta está suspendida, los dependientes con las manos sucias y con un pañuelo tapando la nariz tratan de
escoger las pocas papas sanas y
las van separando a un lado. Son más las dañadas, que las aptas para la venta.
Elvira pondera la
vida en países desarrollados- ¡Por cuanto en Niza donde vive mi hija mayor van a vender algo así, allí todo es muy limpio y de calidad! Las fruterías dan
gusto.- Le responde la otra:- ¿Por qué
no te quedaste si aquello es tan bueno?- ¡Por qué no me dio la gana! ¡- Este es mi país y lo
que tienen los gobernantes es que respetar
más al pueblo!- Según dicen se hizo una revolución porque Batista no respetó la Constitución del 40 ¿Y dónde
está ahora esa constitución? La borraron y casi nadie sabe su contenido, pero mi
padre la tenía y yo la conservo y en uno
de sus artículos dice que el gobierno del país tiene el deber de satisfacer las necesidades de la población.
¿Qué necesidades se satisfacen
aquí? -¡Te callas o no vas a
salir más país y si sales no vas a entrar!-
Le grita colérica la otra .Elvira le responde:- ¡Esa es la libertad que
conoces, sumisa, arrastrada!
Varios de la cola tratan de promediar la acalorada
discusión.- Algunos cuchichean bajito:
-¡Si la oye un seguroso,
se la lleva presa¡ -¡Por favor
déjense de eso, compren sus papas y
no discutan más, ¡Al
fin nadie va a arreglar esto, lo
tomas o lo dejas y se
acabó.
En eso llega
una de las hijas de Elvira- ¡Mami,
sal de esta cola! Compré en
Cubalse estas papas limpias y
sanitas. -¡Si claro, en dólares!
Elvira se marcha
murmurando miles de cosas.
La otra aliviada se
dirige a los demás: -¡Qué gusana se ha vuelto después que viajó a Europa!
Santiago de Cuba, enero de 2018
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