29 junio 2014

LA TERNURA DE UNA MADRE

No hay beso más puro que el una madre,

Ni caricia más tierna, su voz es un dulce

Susurro de un cántico celestial.

Madre: Palabra que encierra el más  sublime

De los amores, forjado  en penas y dolores,

Siempre dispuesta al sacrificio, los desvelos

Y todos los avatares de la vida.

Para ellas sus hijos nunca crecerán, serán

Siempre  “sus niños, sus bebés”  con sus manos

Protectoras les  dará amparo, calor, fuerzas para

Emprender el camino que es la vida.

No hay lágrima que no pueda enjugar, ni pena

Que no pueda mitigar.


¡Madre eres una bendición de Dios!

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