Bienaventurado seas cuando el
dolor te hace llamar a Dios
cuando el trueno te asusta y
clamas por Él.
Si la tierra se estremece y tus
rodillas se doblan y pides a
Dios misericordia.
Si el peligro te acecha y
solicitas la protección del
Altísimo.
Bienaventurado si tienes hambre
y te acuerdas de tu Dios en
oración confiadamente.
Si estás solo y llamas al Creador,
por que no haz encontrado en tu
vida mejor compañía.
Bienaventurado serás cuando
eres perseguido y sabes que
existe su amparo y protección
Bienaventurado serás, cuando te
llegué el minuto final y sepas que
te haz arrepentido de tus pecados.
Bienaventurado serás porque en
el cielo habrá una gran fiesta por
el que se había perdido y se recuperó.
Bienaventurado serás porque Dios
te recibirá, está en ti y tú en su
amante corazón.
Santiago de Cuba
l de enero de 2000
23 abril 2009
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