18 julio 2013

REVELACIÓN

Estando en el culto dominical de la Iglesia Bautista “Dios es amor” de Albufera 46  en Vallecas el día 23 de junio de 2013 cuando la pastora Pilar Ladra oraba tuve una revelación como me ha ocurrido otras veces, mientras por mi mente pasaba, lo dibujaba en un papel. Veía a Jesucristo parado sobre una pequeña colina muy verde, él vestido de blanco y su rostro resplandeciente, con sus brazos abiertos los invitaba  a ir a su encuentro. A su alrededor numerosas fuentes de agua fresca y cristalina brotaban, el cielo estaba muy  azul.

Metros  más abajo se encontraban dos hileras de persona, unas a la derecha y otras a la izquierda tratando de llegar hasta donde se encontraba Jesús, ambos grupos luchaban entre  pantanos  profundos llenos de lodo, piedras, raíces de árboles ya sin hojas y que se retorcían unas a otras, lo cubrían todo hasta más arriba de sus cabezas. Los de  la derecha oraban y cantaban alabanzas, estaban con ropas limpias con sus  brazos  alzados y libres de ataduras y aunque debían pasar por  los numerosos escollos, caer, pararse, avanzaban incontenibles  hasta llegar a la presencia de Jesús gozosos y sonrientes, el cual los recibía también con mucha alegría.

Los de la izquierda lloraban y se lamentaban,  apenas daban un paso, se caían y les costaba mucho esfuerzo pararse, sus pies se enredaban entre las raíces y se hundían en el lodo, sus brazos  y manos abrazaban  ídolos,  imágenes, amuletos, bolsas de dinero, joyas,  imploraban a dioses ajenos su intercesión, sus cabezas les pesaban de tantos malos pensamientos, maldades, maldiciones, avaricia y cuanto mala  acción habían tenido en el transcurso de sus vidas, sus corazones abultados latían con tanta fuerza como se  fueran a reventar. Gemían pidiendo compasión. Desde  donde se encontraba Jesús les habló:- “Hacedores de maldad, nunca los he conocido”.¿Cuántas veces les hablé y enseñé  a encontrar la verdad y no me oísteis?

Madrid, 24 de junio de 2013


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