24 abril 2011

IAM SORRY

Te conocí a través de un hilo telefónico,

me cautivó tu cálida locución.

Ignoraba quien eras y como eras.

Cada mañana escuchaba el timbre de tu

voz, serena, complaciente.

Dirigías un programa musical en una popular

estación radial.

Elegía mis melodías favoritas,

siempre delicadas, siempre románticas,

interpretadas solo por instrumentos, sin

vulgaridades ni estridencias.

A través de esas preferencias descubriste

mi espiritualidad.

Cada día anhelabas escuchar mi voz, me

colmabas de elogios, elevabas mi autoestima.

Me consideraba privilegiada de poder contar

con alguien que me prefería tal vez entre docenas

de admiradoras.

Continué el juego, era para mí algo un nuevo,

fuera de lo común.

Con el transcurso de los días, creció la curiosidad,

fue mutua la atracción, la necesidad de un

encuentro personal.

Con la incertidumbre ante lo inédito,

una noche nos conocimos, la impresión fue

recíproca.

Ignoro lo que sentiste, si creíste haber alcanzado

lo que tanto aspirabas.

Para mí, como uno más, intranscendente,

ni más ni menos.

Llenabas transitoriamente un vacío.

Lo siento !!!!!!!!!!!!!

Tal vez para ti no fuera igual, las propias

ideas, los mismos proyectos.

Ante ti un oasis que apagaba la sed.

Perdóname!!!!!!!!!!!!!!

No fue esa mi intención.

Te busqué como la hembra en celo que

encuentra al macho que sacie sus deseos.

Discúlpame!!!!!!!!!!!!!!!

Si te utilicé como un muñeco que se tira con

desden una vez que de tanto manosearlo,

importuna, aburre y ya no es objeto de su agrado.

Dispénsame!!!!!!!!!!!!!!!

Pretendiste atraparme para siempre, que fuera

la compañera de tu vida, tal vez la madre

de tus hijos.

Con orgullo me tomabas del brazo y exhibías

ante tus amigos y conocidos.

Era para ti como un trofeo largamente soñado

y al fin alcanzado.

¡Qué pena que yo no sentía lo mismo!

Excúsame!!!!!!!!!!!!!!

La exaltación de los primeros encuentros,

con la monotonía se convirtió en una

hoguera extinguida, no me

conmovían tus razonamientos, promesas,

ni lamentos.

Te esquivaba, ni las melodías más sentidas me

inmutaban, dejé de escucharlas, con un solo

propósito: - Olvidarte, excluirte de mi existencia,

borrarte para siempre, ya que nunca te amé, que

solo fuiste para mí un estímulo pasajero que

desaparece sin dejar huellas.

Se que en ti hubo rencor, resentimientos que

no haz logrado superar, te parecía imposible esa

dura realidad.

¿Fui cruel? ¿Veleidosa? - Tal vez escondí el corazón

y solo entregué la pasión que pugnaba en mis

sentidos.

Me propuse no amarte y lo conseguí.

en el teatro de mi vida bajé el telón, la obra sin

éxito se terminó, para nunca volver a escena.

en otro que me haga lo mismo, pagaré mi maldad.

Lamentablemente es así y no puedo llorar.

Lo siento, perdóname, discúlpame, excúsame, dispénsame,

Es preferible la dura verdad a una farsa sostenida

por piedad.


Recuerdos de la década de los años 70

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