No hay bendición más grande que darle
Gracias a Dios cada
día por todo lo que
Hace por nosotros.
Vive conforme y agradecido por las provisiones
Que te ofrece.
No te afanes
por acumular tesoros en la
tierra,
De donde nada te podrás llevar, hazlo en el cielo
Donde ni la polilla y
el orín corrompen. Ni ladrones
Minan y hurtan.
Haz todo el bien que
puedas, riega tu senda con amor,
Y buenas acciones, la recompensa
Dios te la dará en
La gloria.
Perdona el mal que te hayan causado tus semejantes
Si deseas que
Dios te perdone los que hayas cometido
tú.
Vive en la paz del Señor y él siempre te
bendecirá.
Madrid, 3 de septiembre de 2012
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