10 julio 2012

LAS PATAS PELUAS DE CARMELA



Estampa santiaguera.

Se encontraba afanada en las labores domésticas de todos los días,  cuando escuchó el timbre de la puerta .¡Qué sorpresa Brígida! Desde que me jubilé nadie ha venido a visitarme. ¡Pasa anda! –Invita  Carmela  alegre por la inesperada visita de su excompañera de trabajo.

-Mira Carmela te presento a mi marido. Este alarga la mano._ Mucho gusto, señalando para Brígida expresa: Mucho me ha hablado de usted, ya la conocía por referencia.

 Carmela se tapa  la boca con el delantal para sonreír y ocultar el diente que le falta.

-No sabia que te habías casado de nuevo, le dice asombrada.

-Bueno…todavía no hemos echado la firma, pero… no importa, hay tiempo para eso ¿No?

-Claro que sí chica, dice mientras Brígida y su acompañante se sientan ¡Cuidado, no te sientes ahí,  ese sillón  tiene una pata rota! La aludida se levanta rápido y Carmela le señala otro asiento. Esta observa a Carmela detenidamente,  la cual se queja:- ¿Te acuerdas cuando trabajaba en la empresa como todo el mundo contaba conmigo? El partido, el sindicato, hasta los de la juventud comunista, en los trabajos voluntarios, las guardias y cuanta cosa se hacía, pero ya nadie se acuerda de mi, bueno, excepto tú que haz venido a visitarme ¡No sabes como te lo agradezco!

 La otra recalca: - Hace rato que estaba por venir, pero tú sabes… no hay tiempo para nada, la casa…el  trabajo… las colas ¡Imagínate tú! La cosa es que estaba preocupada y hoy me decidí a venir.

_¿Preocupada por qué? La otra titubea _¿Sabes Carmela? La  gente comenta que tú ya no eres la misma de  antes, ya no te arreglas la cabeza en la peluquería ¡Mira eso! Tú que nunca te dejaste ver las canas… ya no andas con vestidos y sayas exhibiendo tus hermosas piernas, nada más que vistes pantalones ¿Qué te pasa?

__¿Esa es tu preocupación? Ataja Carmela _Pues eso tiene justificación ¿Tú crees que con la pensión que me dieron después de 36 años de trabajo puedo ir a la peluquería aunque sea todos los meses?  ¿Con lo que  han  subido los arreglos, los tintes y hasta las manicuristas?  ¡Qué va mi amiga! Mira mis manos, antes me las arreglaba todas las semanas con   Ileana la de la calle San Pedro, me cobraba  poco, pero se ganó una lotería de visas y se largó del país.  Ahora…¿Ves ¿ La uñas partidas, los dedos agrietados, ese es el detergente líquido que nos venden por la libreta en sustitución del de polvo que no es tan  agresivo  y que ahora solo venden en   las tiendas shopping, es tan fuerte que me quema las manos y ni soñar  con cremas, también están en esos establecimientos y… ¿Con qué dólares?  A nosotros los jubilados no nos dan ni el 10% en  divisas. ¿Y te extraña que solo  salga  a la calle con pantalones?  No  puedo usar vestidos, ni sayas, los muchachos    del  barrio se burlan de mi y me gritan: _ ¡Pata pelu’a, pata pelu`a.  Con gesto instintivo se sube el pantalón.  Brígida da un grito de  asombro: ¡Carmela si te puedes hacer rolos! La otra recalca: _ Ni  me puedo  usar nada sin mangas. Se levanta el brazo y muestra  una de sus axilas.

_¡Mi madre! Grita Brígida. Ahí te puedes hacer un torniquete, mi amiga.

¿Te imaginas? ¿Crees que  puedo darme el lujo de comprar una máquinita de afeitar  a 5.00  pesos? ¿Quién resiste eso?

_Brígida hace un gesto compasivo y continúa- pero eso  solamente no es lo que  me tiene tan alarmada, es también el estado de Mongo.

¿Mongo?  ¿Qué  le pasa?  Que yo sepa estará flaco, pero…

_No, no    es eso,  aclara Brígida,. Es otra cosa, fíjate que  lo vi el otro día  por la calle Enramadas con un pantalón cruza charco, una camisa anchísima, una jaba deshilachada que le llegaba al suelo, me dio pena.¡Para qué te cuento!

_Carmela ya un poco irritada trata de justificar  la actitud de su marido. –Pues  verás, tú sabes bien como era Mongo, que ninguna ropa le gustaba y siempre terminaba vendiéndosela a ustedes para  sus maridos ¿Te acuerdas? Por ese motivo el Período Especial lo cogió sin ropa. Eso que le viste puesto era de Lázaro, un vecino que se fue del país y le regaló algunas cosas, porque ya no tenía ni qué ponerse, pero era más bajito que él y gordo… además tenía  los pies más grandes que Mongo, por eso lo ves con los pantalones cortos y anchos,  los zapatos son  los popis de dos números más de lo que usa  ¡Figúrate! La jaba… siempre la saca a ver si encuentra algo.

-Todavía  Brígida manifiesta su creciente  preocupación. _No te pongas brava por esto que te digo, pero  también  Mongo iba  hablando solo ¿No cree que debes llevarlo a un psiquiatra?

_No hija, no. Aclara  Carmela ya algo molesta por las insinuaciones de Brígida. –Eso también tiene su explicación, ¿No recuerdas que hace más de 10 años que se extrajo todos los dientes? Pues con mucha lucha y hasta un palancazo logré que le hicieran la prótesis y…¡Imagínate! Con tanto tiempo que hace que le tomaron la impresión… le quedan  grandes y… eso  que tu viste y que creíste que hablaba solo no es más que acomodándoselos, eso es.

Brígida hace un gesto de  pena y trata de disculparse cuando tocan a la  puerta.

_Deja ver quien es, por lo visto hoy es el día de las visitas y no tengo ni café para brindarles, dice Carmela, mientras se quita el improvisado delantal hecho de un pedazo de saco de naylon, baja los tres escalones que la separan de la puerta y la abre. Ante ella una joven mestiza con un portafolio entre las manos. _Dígame, le pregunta a la inesperada visitante. Esta como saludo le muestra un carné:  _Inspector.

Carmela sin saber el motivo  le pregunta intrigada: _¿Y usted qué  desea?

_Mire compañera tenemos evidencias que usted alquila habitaciones sin patente, ¿Me la puede mostrar?

_¿Yo alquilar? ¿De dónde ha sacado eso? Expone Carmela asombrada. A esto la joven le dice  imperativamente: _ ¡Déjeme pasar a realizar una inspección!

_Carmela sigue objetando _Pero mire, aquí no se le alquila a nadie, eso debe ser un  error. La inspectora insiste. Brígida interviene: _Carmela, déjala pasar, si no tienes delito ¿A qué le temes?.

 La  inspectora penetra al interior de la vivienda y expone:

:_ Usted me dice que no alquila_  
¿Y esta pareja, qué hace aquí?_ Ahora es Brígida la que salta airada: -¡Oiga, un momento! _Este es mi marido y yo no tengo ninguna necesidad de ir a  una posada o algo por el estilo, para eso tengo muy buena cama y magnífico colchón ¿Sabe? _La inspectora les solicita a ambos el carne de identidad, para ver si aparece anotado el nombre de ambos en la hoja número  9, donde dice el estado civil. Brígida titubea- Mire,  el es mi marido, todo el mundo lo sabe, aunque todavía no estemos legalmente casados.

La joven extrae de una carpeta un talonario y comienza a escribir. Carmela asustada le pregunta:_ ¿Qué hace usted? Esta responde fríamente: _ Le voy a aplicar una multa. Carmela fuera de sí le grita: _ ¡Oiga, usted no puede hacer eso! ¿Qué prueba tiene para ponerme una multa?

_La suficiente, compañera, usted no me ha dejado inspeccionar la casa, niega todo.

-Carmela cada vez más  molesta le  dice: _ ¡Ni le voy  a firmar nada ¿Me oyó?

_ Peor  para usted, se niega a todo, aténgase a las consecuencias y se marcha.

_Brígida se despide apurada y lamenta lo ocurrido. ¡Qué barbaridad! ¡Las cosas que se ven en estos tiempos!

Un rato más tarde reaparece la inspectora, pero esta vez la acompaña un policía de la raza negra, quien con gesto enérgico le dice a Carmela que debe acompañarlo a la Primera Estación de la Policía de la calle Corona y San Jerónimo, mas conocida por El Palacete de Beija.  Carmela muy asustada replica: - ¡Pero si yo no he cometido ningún delito! ¿Cómo se me lleva como si  fuera una vulgar delincuente? ¿De qué se me acusa?

_ La inspectora  secamente le responde: _ Usted se negó a cooperar, ahora  mejor es que   vaya con nosotros. Entonces Carmela en su desesperación los invita a que registren toda la casa. Junto al  agente de la autoridad los introduce en el interior y ambos comienzan a revisar habitación por habitación. Al  ver a una joven acostada en  la cama de una de las habitaciones y un maletín sobre  una de las mesas de noche, la inspectora se dirige al policía _ No te dije, fíjate, alquila. ¿Quién es esa que  duerme?

 La joven abre los ojos sorprendida antes esos personajes dentro de la habitación y se levanta _ ¿Qué pasa tía? Esta le explica brevemente la situación en la que se ve involucrada, mientras se dirige  a  los dos:  _ ¿Ustedes ven? Esta es mi sobrina Irina,
 que vive en Guantánamo y que se va a  pasar unos días aquí hasta que llegue su novio de Alemania. Toma la palabra la inspectora: - ¿Con que novio extranjero y todavía dice que no alquila? Carmela trata de darle una explicación lógica. – Su novio es alemán, pero ella no es una “Jinetera” ¡Me oyó! Se conocen desde que ella estudiaba ingeniería en la Universidad de Dresde.

El policía  le pide el carne de identidad a la joven y también a la tía, según  formula para comprobar el parentesco. Ellas se  lo entregan y  al observarlos  los apellidos no coinciden a lo que responde la inspectora convencida. – Compañera, usted trata de engañarnos, ella es Pérez Serrano y usted es Méndez Díaz. Todavía Carmela trata de  encontrar   como disuadirlos  de su error y   declara: _¡Claro, ella es hija de mi hermana Evita por parte de madre! No pueden ser iguales los apellidos ¿Comprende?

En ese  momento llega Mongo con su jaba llena de plátanos fongos, quien  atónito  trata de  saber qué ocurre en su casa y por qué la presencia de esas personas. Al relatarle  lo ocurrido y ver  que los agentes insisten en conducir a Carmela a la estación , él  la acompaña, ya en el recinto policial Carmela declara ante el Oficial de Guardia, este la ha escuchado y se manifiesta de acuerdo a que se le imponga una  elevada multa de 400.00 pesos, sin derecho a reclamación y advirtiéndole que si el extranjero se hubiese encontrado en la casa la infracción  le hubiese costado  esa suma , pero en dólares, ya que está terminantemente prohibido alquilar  sin patente.

Carmela  se echa a llorar desconsoladamente y se lamenta: -¿Con qué voy a pagar  eso, si lo que cobramos mi marido y yo de jubilación no nos alcanza ni para comer?

_El Oficial ásperamente le   indica: ¡Compañera, esa no es  justificación, hay que cumplir con las leyes establecidas, usted ha cometido un delito y es mejor que se calle  la boca ¿Comprende?

Mientras  Mongo saca un pedazo de trapo del bolsillo del pantalón y trata de consolar a su atribulada esposa secándole las lágrimas_ Mira  vieja, no te pongas así, que te va a subir la presión, mira, hoy mismo vi a un “Socio” mío por la calle Heredia, tiene un amigo que vino de no se qué país y compra cuadros  de  pintores famosos y me dijo que iba a ver ese  que tienes colgado en el cuarto por miedo a que te lo roben los ladrones, que te regaló la señora Corina, la de Vista Alegre que se fue del país en el 60 y de la que tú eras sirvienta, dice que esos cuadros valen un montón de fulas, con eso te sobra para pagar esa multa y nos queda para comprar comida y muchas cosas más en las shopping ¿No crees?

El Oficial y sus acompañantes escuchan la conversación muy interesados y le dice al carpeta: -Anota ahí  la dirección y recoge ese cuadro, también trafican con obras de arte y eso en este país también es un grave delito que está penado por las leyes vigentes.

Carmela ya perdido el control le grita a   su esposo: ¡Mongo me desgraciaste!  !Razón tiene Brígida tú no estás en tus cabales!¿ Mira  que decir semejante disparate!


Santiago de Cuba

Agosto 4 de 2000

No hay comentarios:

Publicar un comentario