ENCRUCIJADA

Te presentaste ante mí en una
mañana soleada.
Para ti tal vez fue una experiencia
muy común.
Para mí el palpitar de mi corazón
ante algo nuevo, desconocido.
Lucía como una niña que se enfrenta
a su primer ilusión.
Ante ti sentí rubor, inmensa dicha,
no quise pensar en el futuro.
Logré que fueras mío, aunque sabía
Que no me pertenecías, sin embargo
Te entregaste todo.
Te tenía y no sabía que en cada minuto
Te perdía.
Estabas junto a mí mientras te sometías a
Otros reclamos.
¿A quién engañabas a ella, a mí o te
Engañabas tú?
No eras del todo mío y sin embargo lo
Eras ¡Qué paradoja!
Te he tenido todo el tiempo presente y
Ausente a la vez.
¿De qué me vale poseerte si no te tengo?
¡Qué pírrica victoria!
Una absurda farsa, un sueño malogrado
Del que me niego a despertar.
Y me pregunto:- ¿Qué es mejor vivir una
Linda fantasía o morir de hastío y soledad?